Castilla y León
Gil Martínez Soto renueva un año más la matanza
Miles de personas llegan a El Burgo de Osma para participar en este rito
El Burgo de Osma (Soria)- El rito gastronómico más importante de Castilla y León ya está aquí. Las XXVIII Jornadas de La Matanza de la localidad soriana de El Burgo de Osma arrancan hoy, y se celebrarán todos los fines de semana hasta el próximo 1 de abril.
Miles de comensales se reúnen en torno a los fogones del restaurante Virrey Palafox, para degustar un variado menú compuesto por 24 platos diferentes en los que el cerdo y sus productos son los protagonistas.
El objetivo es vivir una auténtica jornada festiva para toda la familia en la que se dan cita la gastronomía, la tradición, el rito, la fiesta, la música, el arte, el patrimonio y la cultura.
En esta ocasión la pregonera será la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España y redactora jefe del área de Sociedad de la Cadena Cope, Elsa González.
Todo comienza al son de los Gaiteros de Soria. A son de dulzaina y tamboril realizan la llamada que congrega a visitantes, turistas, vecinos, autoridades, transeúntes y gentes varias en torno al protagonista, muy a su pesar, de la fiesta. Suele ser un cerdo de unos 180 kilogramos y de unos seis meses de vida. Ajeno a su suerte el animal deambula hasta que llega su hora y siguiendo la normativa actual es aturdido por una descarga eléctrica. A continuación el matarife y varios ayudantes lo llevan a un banco de madera en el que es sacrificado con un certero golpe de cuchillo.
Una vez acabado el rito es hora de tomar el aperativo. Tras ello llega la comida compuesta por un menú extenso. Hay que ir despacio para poder llegar al jamón asado con pasas, el cochinillo asado o el lomo escabechado. Entre los 24 platos destacan los torreznos del Alma, las costillas de aceite, las mollejas con setas, las manitas guisadas, la ensalada de oreja o los rabos estofados.
Un buen postre y un orujo serán el colofón de esta comida, que todos los que la han disfrutado, repiten.
Para los más atrevidos, la fiesta continúa en el Palacio del Virrey donde disfrutarán de un baile y diferentes bebidas. Para los que gusten de otra opción más tranquila pueden optar por un paseo por las callejuelas burgenses, muchas de ellas heredadas del trazado medieval cuyos nombres guardan recuerdos de los oficios: caldereros o de los cacharros.
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