Dinamarca

España registra 20000 denuncias al año de menores desaparecidos

España registra cada año 20.000 denuncias de menores desaparecidos, una cifra alarmante aunque menor que las registradas por otras naciones que como Francia acaparan unas 45.000 o Reino Unido que suma 14.000, según los datos aportados este miércoles por la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR).

Ante esta problemática, España se suma al número telefónico 116000 que ya opera en once países europeos y se encarga de dar apoyo psicológico a las familias y de aportar pistas a las investigaciones.

Tal y como afirmó el director de programas de ANAR, Benjamín Ballesteros, la fundación ha atendido desde 1994 más de 1,8 millones de llamadas por lo que este teléfono internacional servirá de gran ayuda si se tiene en cuenta que según la organización belga Child Focus, el 20 por ciento de los casos de desapariciones de menores tienen carácter internacional.

Por todo ello, desde este miércoles opera en España el número 11600, ya activo en países como Bélgica, Francia, Eslovaquia, Hungría, Italia, Polonia, Grecia, Rumania, Holanda y Dinamarca. El servicio gratuito, opera en la UE y fue aprobado en febrero de 2007 por la Comisión Europea y que está coordinado por la plataforma Missing Children Europe.

Así, el director del teléfono, Luis Estebaranz, ha precisado que la fundación trabaja con el Teléfono ANAR de atención a niños y adolescentes (900202010): con el Teléfono del adulto y la familia (600505152) y con el E-mail ANAR (www.anar.org) en su compromiso con la Convención sobre Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además, Estebaranz ha explicado que las funciones de esta línea telefónica, que abarca todo el territorio español, las 24 horas del día todos los días del año, con un carácter anónimo y confidencial, son, entre otras, prestar apoyo psicológico a los familiares de los menores desaparecidos y a las investigaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado, con las que ANAR tiene dos protocolos de intervención con el Ministerio del Interior y las Fuerzas de Seguridad del Estado.

En este sentido, Estebaranz ha precisado que existen cuatro niveles de intervención: "la transferencia de llamadas a las Fuerzas de Seguridad; precipitar una actuación de forma inminente de la Guardia Civil o del Cuerpo Nacional de Policía cuando se localiza al menor; ofrecer informes de casos anteriores; y respetar el trabajo de las comunidades autónomas, que en algunos casos, tienen competencias en este ámbito.

No obstante, este teléfono tiene como objetivo facilitar a los familiares el acceso a un abogado y a información jurídico-legal, llevar a cabo un seguimiento de los casos e informar acerca de la "falsedad de que hay que esperar 24 horas para poner una denuncia".

En lo referido al número de personas que trabajan en este servicio, Ballesteros ha indicado que hay más de 150 voluntarios, entre los que hay abogados, trabajadores sociales, psicólogos y psicopedagogos, que según ha precisado Estebaranz, están ayudados en todo momento "por un equipo de supervisión".

Estebaranz ha indicado que a través de la plataforma Missing Children Europe se han identificado cinco categorías de niños desaparecidos: la fuga --a este respecto, Ballesteros ha recalcado que cuando un menor se va de casa lo suele hacer por motivos muy graves, "como puede ser una situación de abusos sexuales--; el secuestro parental; menores de edad inmigrantes no acompañados; niños desaparecidos, perdidos o heridos; y el secuestro criminal.

Los casos de menores desaparecidos como consecuencia de una fuga, según ha declarado Estebaranz, son los que estadísticamente "se dan con una mayor frecuencia"; en segundo lugar están las situaciones de desaparición por secuestro parental y el número de menores secuestrados por terceras personas "son muy inferiores", con cifras que oscilan entre los cinco y los diez casos al año.

Por otra parte, ha afirmado que este número europeo es importante debido a que las desapariciones son transfronterizas; a la necesidad de una intervención inmediata (el 76,2 por ciento de los niños secuestrados y asesinados murieron en las tres primeras horas del rapto); a la necesidad de apoyar a los familiares "inmediatamente después"de la desaparición; y la importancia de comunicar datos sobre desaparecidos más allá de fronteras nacionales.