Estreno
Aniston la reina quiere ser rey
La actriz, un peso pesado de la comedia romántica, presenta «Sígueme el rollo» y asegura envidiar el papel por el que Colin Firth podría obtener el Oscar
A la entrada de la rueda de prensa dos azafatas recibían a la medios con coronas al estilo de Hawái. Las primeras risas ya llegaron antes de entrar en la sala donde ayer Jennifer Aniston, Adam Sandler y Brooklyn Decker presentaron la cinta «Sígueme el rollo», que se estrena este viernes. Sandler, informalmente vestido –como es su costumbre–, apareció por la puerta saludando a los presentes en español y montando una algarabía, mientras detrás de él, las actrices intentaron contener las carcajadas. Toda la intervención estuvo interrumpida por las bromas del actor durante una reducida rueda de prensa.
El filme, que en su mayor parte se rodó en Hawái, claro, relata la vida de un cirujano plástico (Sandler) que se inventa matrimonios infelices para conquistar a una mujer más jóven (Decker). Cuando se enamora de ésta, utiliza a su ayudante (Aniston) para que se haga pasar por su mujer, involucrando también a sus hijos. Todos los actores abordaron el tema de las operaciones estéticas de la misma forma. «A mí me parece bien si a la gente la hace feliz», aseguró Jennifer.
Secundaria de lujo
En cuanto a la aparición estelar en la película, de Nicole Kidman en el papel de una antigua rival de Aniston que no renuncia a ser desagradable para alcanzar la fama, los actores han coincidido en que «es una de las mejores actrices que conocemos y muy buena persona». La famosísima Rachel de la serie televisiva «Friends» se quedó sorprendida cuando le preguntaron por su reinado en el género de la comedia romántica: «¿Yo?, nunca lo he oído. Me encanta la comedia y lo romántico: si tengo que llevar una corona llevaría ésa con mucho orgullo». Sobre su futuro lo tiene muy claro: «Estoy contenta de trabajar y madurar en los papeles y quiero seguir haciéndolo hasta que sea muy, muy vieja». Para ella el secreto es mantenerse «fresca y animada» para poder seguir y sentir «que estoy empezando en esto».
Sin candidatos claros para los Oscar –aunque Sandler bromeando se lo daría a sí mismo o a Santiago Segura, con quien comparte papel en su próxima película–, Aniston aventuró entre bromas que le hubiese gustado ser Colin Firth en «El discurso del rey»: «Habría sido un auténtico reto».
La tímida e inexperta Brooklyn se mantuvo en todo momento en un segundo plano y sólo intervino para decir que «es mi primer papel y sólo deseo un empleo, y sería muy afortunada si pudiera tener una mínima parte del éxito» de sus compañeros de reparto.
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