Barcelona
Jóvenes con Down comparten piso para aprender a independizarse
Tres jóvenes con síndrome de Down y uno sin discapacidad conviven en un piso en Lleida en el marco del proyecto «Vivienda compartida», pionero en Cataluña, que pretende dotarles de las estrategias necesarias para que en un futuro puedan llevar una vida independiente.
Desde principios de noviembre, Esther Nadal, de 23 años; Albert Forcada, de 29, y Tonet Ramírez, de 24, comparten un amplio piso en el barrio de Cappont que ellos mismos se encargaron de localizar y cuyo alquiler pagan cada mes junto con un cuarto compañero de vivienda, Andreu, un joven universitario que ejerce en la casa el rol de mediador.
Esta iniciativa, impulsada por la asociación Down Lleida, tiene por objetivo que los jóvenes con discapacidad intelectual adquieran las habilidades, herramientas y estrategias básicas que les permitan ser más autónomos e independientes y «puedan coger las riendas de sus propias vidas», según explica a Efe Ivan Niubó, coordinador técnico del departamento de Vida Independiente de la entidad.En el piso, los cuatro ocupantes mantienen una relación «de igual a igual» y comparten tareas y gastos, ya que tanto Esther como Albert y Tonet trabajan y disponen de ingresos mensuales que también administran.
Joan Caellas, de 22 años y estudiante de Trabajo Social, ejerce de apoyo del mediador, cuya función básica, explica, es la de dar a los jóvenes con Down estrategias o pequeñas ayudas para que resuelvan problemas o conflictos que surjan en el día a día. «No soy ni un tutor, ni un profesor ni un padre, sino un amigo, un igual», señala Caellas. Los jóvenes se encargan también de cocinar, aunque un técnico y un dietista de la asociación confeccionan los menús.
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