Sábado de crónica negra con dos muertos y siete heridos

MADRID- Hay días en los que los accidentes muy graves o mortales parecen multiplicar y ayer el saldo fue trágico, con dos muertos y siete heridos en dos accidentes de tráfico, uno durante un robo, otro tras una paliza y un partido de fútbol. La crónica negra de ayer comenzó de madrugada en la carretera A-6 a la altura de Guadarrama. Un joven de 19 años falleció en un accidente de tráfico cuando el vehículo en el que viajaba junto con otros cuatro jóvenes, de entre los 19 y 21 años de edad, se salió de la vía en el kilómetro 44 por motivos que se desconocen. Otros dos de los ocupantes del vehículo resultaron heridos, uno de ellos en estado grave, y los demás salieron ilesos. Según explicaron fuentes de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico, el conductor del vehículo dio positivo en la prueba de alcoholemia.

Cuatro horas después y en la misma carretera pero a la altura de Galapagar, otros tres jóvenes resultaron heridos, dos de ellos muy graves, al salirse también su vehículo de la vía en el kilómetro 33. Algo más tarde y esta vez en la carretera M-45, una mujer de 35 años sufrió heridas muy graves al chocar contra el quitamiedos de la mediana en el kilómetro 27. Mientras, en Pozuelo de Alarcón era hallado, inconsciente y tirado en el suelo, un hombre de 35 años herido muy grave con politraumatismos al parecer provocados por una paliza.

Durante un robo
A mediodía, un joven de 25 años fallecía y otro resultaba herido grave al caer de un ascensor en un edificio en Torrejón de Ardoz. Por lo visto, los dos jóvenes estaban sobre la caja del ascensor cuando, por motivos que se están investigando aunque se especula con un robo de materiales de obra, el elevador se desplomó sobre una altura de 8 metros. Debido a la caída, uno de los hombres murió en el acto mientras que el otro sufrió heridas graves y tuvo que ser rescatado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Por último, un hombre de 45 años fue hospitalizado muy grave en Colmenar Viejo tras sufrir un ataque al corazón. Al parecer, el herido estaba disputando un partido de fútbol en el polideportivo Juan Antonio Samaranch del municipio cuando recibió un fuerte balonazo en el pecho que, por lo visto, le provocó la parada cardiaca.