Granada

El reparto de delegados provinciales primer desencuentro PSOE-IU

El reparto de delegados provinciales primer desencuentro PSOE-IU
El reparto de delegados provinciales primer desencuentro PSOE-IUlarazon

Sevilla- Para el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, la fortaleza del nuevo Gobierno andaluz de coalición, que echó a andar ayer, radica en la «unidad y en su proyecto progresista». Sin embargo ayer, en los patios y pasillos de San Telmo, escenario de la toma de posesión de los once consejeros de su gabinete, sobrevoló el que puede ser el primer escollo entre los dos socios de Ejecutivo, PSOE e IU: la reforma de la Administración periférica.

La nueva titular de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, adelantó que en esta legislatura se reducirá a seis el número de representantes por provincia. Uno de ellos será el delegado del Gobierno de la Junta, competencia que asume su cartera, y los cinco restantes pertenecerán a las consejerías, en una estructura a repartir «por áreas» que aún está por definir. Con anterioridad, cada departamento de la Junta tenía su «rostro» territorial, excepto Presidencia, a los que había que sumar los delegados del Ejecutivo autonómico y algunos especiales como el del Campo de Gibraltar. Fuentes socialistas barajan una distribución de un delegado a nombrar por IU, por cuatro a favor del PSOE, en lo que respecta a las consejerías. Si bien, el líder de la coalición de izquierdas y ahora vicepresidente de Griñán, Diego Valderas, aseguró que IU planteó «desde el principio» que la federación debe contar con, al menos, dos miembros en la red provincial del Gobierno, dejando entrever que los flecos de la negociación no se cerraron del todo antes de las promesas de cargo.

En ese sentido,Valderas admitió que se trata de un aspecto que no había «tenido la oportunidad de concretar» con el presidente andaluz y anunció que su intención era abordar hoy el asunto con el socialista, antes de la celebración del primer Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico.

Preguntada por esta cuestión, Díaz recurrió a la diplomacia política: «Considero que todos los delegados del Gobierno son del Gobierno de Andalucía, de IULV-CA y del PSOE-A», intentó zanjar. Se negó a hablar de «esa discriminación» y no entró así en el fondo de la cuestión: el poder que falta por repartir. Lo que sí confirmó es que su nueva tarea en San Telmo la obligará a abandonar San Vicente y la Secretaría de Organización de su partido, al no ser ambos puestos «muy compatibles». Según algunos veterenos de su formación «está llamada a ser la Gaspar Zarrías de los gobiernos de Manuel Chaves». Una figura que no existía en el gabinete saliente y que, dudan, Díaz esté «capacitada» para encarnar.

Sin salir del núcleo, la fotografía del equipo de Griñán, al menos en lo que al ala socialista se refiere, es la de un Gobierno a su medida, que tendrá como objetivo «número uno» el empleo. En su discurso, instó a los consejeros a aparcar «intereses partidistas y ambiciones personales», así como a «dejarse la piel sin tiempo que perder» para demostrar que «otra política es posible».

Quiere probar que la comunidad recorre un «camino propio» para salir de la crisis en el que la austeridad y el impulso económico son compatibles. «Andalucía es una empresa colectiva que exige un trabajo compartido y solidario», defendió, para alertar contra «el agravio o el enfrentamiento entre territorios, que debilita el valor de Andalucía en España y en Europa».
Frase que algunos en el PSOE-A interpretaron como una respuesta a las críticas de quienes le reprochan que no haya respetado las cuotas territoriales, de tal forma que «algunas provincias no tengan representación en el nuevo Consejo de Gobierno, donde se decide todo». Según señalan fuentes socialistas existe «cierto malestar» en «Cádiz, Granada, Almería e incluso Córdoba» por una adjudicación de carteras que ha «alejado a muchos andaluces de Sevilla».

«Vaciado de contenidos»
Por lo que respecta a IU, sectores críticos de la federación mantienen, tras analizar las modificaciones competenciales que han experimentado las consejerías, que «han vaciado de contenido» las que dirigen ellos. Para justificar su afirmación remiten al decreto de Griñán que reestructura estos entes y que publicó ayer el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). En éste se crea la Vicepresidencia que ostenta Valderas como consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, aunque por detrás en el organigrama de la titular en Presidencia, Susana Díaz.

A ésta corresponderá a partir de ahora el nombramiento de los presidentes de los puertos de interés general en Andalucía, en detrimento de la consejera de IU de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, quien pierde además las competencias en planificación, urbanismo y ordenación del territorio, que pasan a Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Luis Planas. Por su parte, el titular de Turismo y Comercio, el también izquierdista Rafael Rodríguez,no será el encargado de gestionar las sociedades mercantiles Cetursa Sierra Nevada y Promonevada, que continuarán en manos de su antecesor, Luciano Alonso, responsable de Cultura y Deporte. El propio Valderas pierde el área de Justicia, aunque suma Consumo y Cooperación al Desarrollo.