Juegos Olímpicos

Atenas

El taekwondo asegura otras dos medallas para España

Mientras Pau Gasol y Sergio Llull peleaban a unos kilómetros contra Francia por entrar en las semifinales de baloncesto, dos desconocidos para el gran público, Brigitte Yagüe y Joel González, se clasificaban en menos de media hora para las finales de taekwondo, con lo que aseguran al menos dos platas.

Primero le tocó el turno a Joel en la categoría de -58 kilos, en la que debutó esta mañana en unos Juegos con una victoria ante el sueco Uno Sanli (7-6), pudo más tarde con el australiano Safwan Khalil en cuartos (5-3) y con el colombiano Oscar Muñoz en las semifinales (13-4).

Nacido el 30 de septiembre de 1989 en Figueras (Gerona) y doble campeón del mundo en 2009 y 2011, Joel González dominó a Muñoz a lo largo del combate para sumar 1-0, 2-2 y 10-2 y hacer un total de 13-4.

Un cuarto de hora después de que empezara la pelea de Joel, subió al tatami del ExCel londinense Brigitte Yagüe, nacida en Palma de Mallorca hace 31 años, también con el casco y el peto de color azul como su compañero de equipo para jugarse la semifinal de los -49 kilos.

Yagüe hizo un combate increíble, dirigida por Elena Benítez desde un lateral. La deportista tiene que escuchar las ordenes y consejos que le lanza a gritos su marido, Juan Antonio Ramos, olímpico en Atenas 2004 y Pekín 2008, desde la grada, y las de su entrenadora sentada a pie de pista.

La española venció a la tailandesa Chanatip Sonkhan con una remontada épica después de perder por 3-1 y 3-1 los dos primeros asaltos y ganar el tercero y último por 8-3.

Yagüe llegó en el último minuto a tener un 9-3 en contra, pero una patada a la cabeza de la asiática empató a nueve y otra al tronco en los últimos segundos con la grada volcada con la española le dio el punto que le ahorraba el cuarto asalto de desempate.

Yagüe, que tiene tres títulos mundiales entre 2006, 2007 y 2009, ganó esta mañana a la costarricense Carolina Carstens (7-2), en cuartos a la mexicana Jannet Alegría (8-0), y en las semifinales a la tailandesa (10-9).

La mallorquina acabó saltando a la grada, de un brinco, para abrazarse a sus familiares y a su marido, con el que acabó llorando, debajo de una bandera española ante el aplauso y asombro del público británico.