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La Justicia es para todos por Sabino Méndez

La Razón
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Cuando internet sea para nuestros descendientes algo tan común y anecdótico como son ahora para nosotros el coche o el teléfono, dará un poco de risa la ingenuidad bobalicona con que nos planteábamos los modernos del pasado estos problemas. Una buena muestra de esto es cómo ha sido acogida la última iniciativa judicial norteamericana que conocíamos hace unos días. Que nadie tiemble ni se rasgue las vestiduras: el juicio es justo. Eso es lo que hace avanzar la civilización y lo que ha sido su base a lo largo de la Historia: juzgar, justipreciar, buscando siempre referencias objetivas. Servirá para identificar las buenas prácticas y señalar las malas en internet: separar el grano de la paja. En la red, como en la vida, habita de todo; desde cándidos bienintencionados a explotadores sin el menor de los escrúpulos. ¿Quién, honradamente, puede temer a que la Justicia quiera esclarecer qué es compartir de verdad y qué es usarlo como excusa para forrarse ilegalmente? Se trata sólo de identificar, de averiguar dónde empieza una cosa y acaba la otra.
Ya tan sólo el intento de llevarlo a cabo es, de por sí, un avance ético de la civilización. Para que esa investigación pueda desarrollarse con garantías, lo primero que se necesita es una regulación objetiva y aquí , en España, podemos felicitarnos, de que por fin, haya llegado un Gobierno tan valiente como para encarar de frente esos temas enojosos y regularlos. El debate será bastante más serio. Y darán un poco de risa en el futuro aquellos ingenuos que se lanzaban a proyectos visionarios sin plantearse, en su egoísmo narcisista, los perjuicios legales de esas prácticas.

Sabino Méndez