Acoso sexual

La mujer invisible

La Razón
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Con jirones de tu luz has encendido el día, mujer invisible. Aunque no podamos verte, tras cada amanecer eres tú quien retira los grillos azules, cubres las vigilias con senderos incorruptos, labrados de infinito y de sueños sin renuncia. Aunque no queramos verte, sigues tiñendo de rojo las manzanas, de verde los iris infantiles, de naranja el aire lumínico de la tarde. Y no te vemos a ti, pero sí olemos el óxido en tus espuelas, tan marchitas como estambres de arena. Sí escuchamos el arrastrar de ese engranaje férreo, que a tus pies sostienen y tu alma soporta; sí sabemos de ti por tu sombra, exangüe aunque persista. Sí sabemos de ti, hembra sostenedora, mujer invisible que acunas los días, toleras iras, retrocesos, y un techo de cristal demoledor que te hunde. Y aún así, continúa siendo circular tu luz, que a todos llega, que a todos alumbra; aunque no te salve de tu pavor más hondo..., su agresividad aleatoria. Mañana es día 25 de noviembre, mañana es el «Día contra la violencia de género» y, lo digo una vez más, la violencia no tiene género, es violencia, es oscuridad huera, es brea amarga y fútil, percusión social. Ya han sido asesinadas este año en España más de sesenta mujeres: a cuchilladas, a machete, a tiros, quemadas, descuartizadas, asfixiadas, a martillazos, quemadas, enterradas en cal viva…. Vayan hoy mis líneas por ustedes, señoras, que me leen hoy, pero más aún vayan hoy mis líneas por esas mujeres que ya no podrán leer a nadie. Nunca.