Mauritania

Seis meses en manos de Al Qaida

El Gobierno asegura que Albert Vilalta y Roque Pascual «están bien»

En la última foto difundida por AQMI aparecía Alicia Gámez, ya liberada, tocada con un pañuelo islámico
En la última foto difundida por AQMI aparecía Alicia Gámez, ya liberada, tocada con un pañuelo islámicolarazon

Hoy se cumplen seis meses desde que los tres cooperantes catalanes perdieron su libertad en una carretera de Mauritania. La caravana de la ONG Acción Solidaria, que cubría la ruta entre Nuakchott y Nuadibú, acabó trágicamente cuando una célula de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) detuvo a tiros el vehículo en el que viajaban Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, que resultó herido en una pierna durante el ataque.La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernán-dez de la Vega, se refirió ayer a los dos rehenes que siguen en algún lugar del desierto de Mali (Gámez fue liberada el diez de marzo) tras el Consejo de Ministros. Aunque De la Vega no quiso ofrecer detalles sobre la negociación en marcha, sí aseguró que «se encuentran bien» y quiso agradecer la «actitud serena» de las familias de los secuestrados. Desde Río de Janeiro, donde está participando en el III Foro de la Alianza de Civilizaciones, el ministro de Exteriores garantizó que se sigue trabajando todos los días «con mucha discreción» para lograr su puesta en libertad «cuanto antes». Lo cierto es que el Ejecutivo de Zapatero ha tratado de llevar con el mayor secretismo posible todo lo relacionado con el secuestro más largo de todos los ejecutados por AQMI en la zona del Sahel. En estos seis meses, Al Qaida ha puesto en libertad a otros rehenes que llevaban menos tiempo en cautiverio, como es el caso del francés Pierre Camatte y el matrimonio de italianos formado por Sergio Cicala y Philomene Pwelgna. Ante la falta de información facilitada por el Gobierno español, estos meses han estado plagados de hipótesis relacionadas con las reivindicaciones de AQMI a cambio de la vida de los dos cooperantes. Según pudo saber este periódico, los terroristas habrían exigido, además de dinero en metálico, la libertad de un grupo de presos islamistas que cumplen condena en la principal cárcel de Nuakchott. Sin embargo, la «mano dura» con los integristas que propugna el actual presidente de Mauritania, el general Abdelaziz, habría dificultado seriamente el cumplimiento de las demandas de AQMI. Entre los presos que la red terrorista querría ver en la calle se encuentra el cabecilla mauritano Khadim Ould Semane.Esta misma semana el Tribunal Penal de Nuakchott ha condenado a muerte a los tres acusados de matar a cuatro turistas franceses en diciembre de 2007. Se trata de Sidi Ould Sidine, Maruv Ould Heiba y Mohamed Ould Chebarnu, quienes, junto a Semane, conforman la cúpula local de AQMI en suelo mauritano. La liberación del rehén francés se produjo a cambio de la puesta en libertad por parte del Gobierno de Mali de cuatro presos islamistas previamente condenados.