Teatro

Moscú

«Lady Macbeth» vuelve a provocar

Eva-Maria Westbroek en una de las escenas de este montaje
Eva-Maria Westbroek en una de las escenas de este montajelarazon

Sólo la osadía o la ingenuidad, ambos pecados propios de la juventud, pueden explicar que Shostakóvich estrenara, en pleno stalinismo, una obra como «Lady Macbeth de Mtsensk». Poco tardó en darse cuenta de que su ópera, que denuncia la situación social de las mujeres en la Rusia rural de la época, no iba a pasar desapercibida ni siquiera para el máximo dirigente de la Unión Soviética. La obra, que incluye la representación de violaciones y asesinatos, fue retirada por orden de Stalin de los teatros de Moscú y Leningrado, donde cosechaba un gran éxito. «El coraje del compositor para atacar estas injusticias fue sólo comparable a las grandes novelas de Tolstói y Dostoievski. "Lady Macbeth"es un gran clásico del siglo XX», explicó Gerard Mortier, director artístico del Teatro Real, donde el sábado vuelve a la escena esta obra.

Asesinato por amor
La producción, procedente de la Nederlandse Opera de Ámsterdam, repetirá elenco protagonista, con Eva-Maria Westbroek en el papel de Katerina: «La primera vez que lo representé me sentí sobreexcitada por su intensidad y por cómo Shostakóvich entiende la psicología de la mujer mucho mejor que mi propio psicólogo», bromeó la cantante. Aunque Westbroek sea una de sus sopranos favoritas, Mortier se permitió algunas bromas ahora que controla mejor nuestra lengua. «Para esta obra necesitaríamos a una pareja como Elisabeth Taylor y Richard Burton, pero, como no cantan, nos conformaremos con Eva-Maria».

 La imagen de «femme fatale» de la heroína de la obra de Shostakóvich se convierte, sin embargo, en una intepretación un poco superficial del personaje. «Es una mujer en busca del amor. Cierto que toma algunas decisiones equivocadas, pero eso no la convierte en una mala persona», opina la soprano. Hartmut Haenchen, el director musical, añade que «aunque a Katerina mata a tres personas, acabas por sentir empatía hacia ella». A petición expresa del compositor, Haenchen se basa en la primera versión de la ópera, que, según él, «es la obra con mayor volumen que he escuchado en mi vida». La dirección de escena correrá a cargo de Martin Kusej.

 

A prueba de escándalos
No sería la primera vez que el coliseo madrileño sube a escena una representación provocativa e, incluso, obscena (recordemos, por ejemplo, «Salomé» o «Woyzzeck»). Sus responsables optan por no preocuparse por la reaccción en el patio de butacas: «Esta obra no es escandalosa en absoluto, pero siempre existe un sector del público que se escandaliza», explicó Miguel Muñiz, director general del Teatro Real.