Cataluña
La maraña de recalificaciones condena al establecimiento
El pleno del Ayuntamiento debatirá hoy una propuesta para devolver a las fincas su uso original
Barcelona- Ni el supuesto desvío de 34 millones de euros de las cuentas del Palau de la Música ni las acusaciones de tráfico de influencias. Ha sido la perseverancia de los vecinos de Ciutat Vella, que estaban convencidos de que tras el proyecto del hotel del Palau de la Música había gato encerrado, la que ha llevado a prisión Fèlix Millet y Jordi Montull. Los vecinos nunca vieron con buenos ojos que se derribaran tres fincas protegidas para hacer un hotel. Tampoco vieron agua clara en el proceso de recalificación de equipamiento a uso hotelero de las fincas afectadas. Por eso, cuando estalló el caso Palau denunciaron ante el tribunal de lo contencioso administrativo y luego ante la Fiscalía el proyecto hotelero. El periplo del hotel del Palau de la Música empezó en 2003, cuando Fèlix Millet logró que el colegio La Salle Comtal cediera a la institución los derechos de las fincas 13b, 15 y 17 de Sant Pere Més Alt, calificadas como equipamiento y catalogadas, a cambio de asumir unas obras del centro educativo.La Fiscalía acusa a Millet de utilizar sus influencias para obtener el cambio de recalificación de las tres fincas, una operación en la que entran en juego la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Primero, el Palau y el tripartito pactaron una permuta de usos entre las tres fincas de Sant Pere Més Alt y un edificio propiedad de la Generalitat con calificación de uso residencial, situado en el número 1 de la calle Ciutat. El Govern calcula que el Palau le compensaría con 5,6 millones por la pérdida de valor de su propiedad que pasa de uso residencial a equipamiento. Sin embargo, a día de hoy, el pago aún no se ha hecho efectivo. El enredo de la recalificaciónEn 2007, con la recalificación garantizada, la Fundación del Palau de la Música cedió la propiedad de las fincas a Olivia Hotels, a cambio de asumir las obras del colegio por valor de 4,5 millones. Además, la cadena hotelera iba a pagar una comisión al Palau de 3,6 millones.Pero el cambio de propietario se ocultó hasta 2009, para no perjudicar la operación. En 2008, la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona aprobó inicialmente la recalificación. Ésta siguió su curso hasta que el julio pasado estalló el caso Palau. A partir de entonces, el Ayuntamiento frenó el hotel y el Palau de la Música propuso hacer equipamientos musicales en él. Hoy, a propuesta de ERC, el pleno del Ayuntamiento debatirá devolver su uso inicial a las fincas.
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