San Isidro 2010

Ya está aquí, un año más, la Feria de San Isidro, esta vez con 18 corridas de toros, 2 corridas de rejones y 3 novilladas. Si a estos festejos unimos las dos corridas y una novillada de la miniferia del Dos de Mayo, las seis corridas y otra de rejones en la Feria del Aniversario y la gran corrida de la Beneficencia del 2 de junio, nos encontramos con que, desde el 30 de abril hasta el 12 de junio, la Plaza de Toros de las Ventas va a ofrecer 34 espectáculos taurinos del máximo nivel.Ante esta oferta, los aficionados a los toros de todo el mundo se darán cita, una vez más, en nuestra Plaza Monumental para asistir a los festejos, disfrutar con el comportamiento de los toros y con las faenas de los toreros y, finalmente, sentar cátedra. Porque la serie de corridas que van a llenar las próximas semanas serán, como todos los años, el momento cumbre de la temporada taurina. Todos, ganaderos, toreros y aficionados saben que Madrid es la cátedra por antonomasia del toreo y que en Madrid es donde tiene que demostrarse de manera inequívoca la valía de todos los protagonistas de nuestra Fiesta.Las corridas de esta próxima Feria van a mostrar también el estado de la afición. Los antitaurinos son tan antiguos como la misma Fiesta y me atrevo a afirmar que son otro ingrediente más de la pasión con que los españoles vivimos los toros desde hace siglos, y que su existencia ha colaborado y mucho al desarrollo de toda la literatura y el pensamiento que los toros han inspirado. Sus alegatos a veces convencen a algunos y casi siempre sirven para reafirmar la afición y el amor a la Fiesta de la inmensa mayoría de los aficionados, que los son libremente y que nunca han pretendido obligar a los antitaurinos a asistir a una corrida. En los últimos tiempos hemos vivido algunos episodios de furor contra los toros por parte de algunos que quieren convertir en leyes sus fobias, ante los que los aficionados hemos reaccionado reivindicando el carácter de libertad que siempre ha tenido la asistencia a las corridas.Esta serie de corridas, centradas en la festividad de San Isidro, el simpático y entrañable patrón de Madrid, será la primera que se celebre desde que la Comunidad otorgó a la Fiesta Nacional la condición de Bien de Interés Cultural, para preservar lo que los toros tienen de expresión de una historia, unas tradiciones, un arte y una manera de entender la vida profundamente españolas.Sólo me queda desear lo que antes de una corrida desean todos: que los toros embistan, que los toreros hagan realidad la faena que tantas veces han soñado y que el público disfrute con la emoción inigualable del espectáculo que ofrecen sobre la arena el animal más bonito y más valiente del mundo y el torero, que, a fuerza de valor y de arte, tiene que dominarle.