Anonymous penetra en el FBI y Scotland Yard

LONDRES - La reputación del FBI y Scotland Yard, dos de los principales organismos del mundo en materia de seguridad, quedó ayer en entredicho cuando Anonymous colgó en internet una conversación privada en la que los expertos a ambos lados del Atlántico hablaban precisamente de delitos cibernéticos. El grupo de «hackers» ya ha demostrado en varias ocasiones que es capaz de vulnerar los sistemas de seguridad más sofisticados.

La grabación, de unos 15 minutos de duración, es de una teleconferencia realizada el pasado 17 de enero. Los «hackers», que no explicaron cómo interceptaron la llamada, sí difundieron un correo electrónico atribuido a un agente del FBI que dio detalles y una contraseña. Scotland Yard señaló ayer en un comunicado que la intervención no pone en riesgo los operativos que se llevan a cabo «en esta etapa». La agencia británica confirmó el incidente, pero se negó a hacer más comentarios sobre el espinoso asunto.

Las autoridades desconocen cómo llegó a manos de los ciberpiratas la grabación, que al parecer ha sido editada para no revelar el nombre de algunos de los sospechosos –miembros de Anonymous– que son mencionados.

«Al FBI podría interesarle saber cómo hemos podido leer continuamente sus mensajes internos desde hace ya tiempo», se jactó el grupo en un mensaje publicado en Twitter. El mensaje del FBI iba dirigido a funcionarios en Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Suecia y Francia, pero en la grabación sólo se escuchan las voces de los agentes estadounidenses y británicos. Aunque las autoridades de todo el planeta llevan ya meses aumentando su presión sobre los «hacktivistas», sus esfuerzos parece que no evitan nuevas acciones. Cada semana aparecen nuevas filtraciones. Ayer mismo, el Ministerio griego de Justicia también señaló que su página web había sido atacada por el grupo que logró colgar un vídeo en protesta contra las políticas de austeridad impuestas al país heleno por la UE y el Fondo Monetario Internacional. «La democracia nació en vuestro país, pero vosotros la habéis matado», decía la grabación.