Soltero treintañero y no emancipado: el perfil del toxicómano

Son las dos sustancias que más muertes causan en las sociedades occidentales pero no tienen el mismo estigma que el resto y, precisamente por eso, no se les da la importancia que requieren. El alcohol y el tabaco aún no se perciben como drogas por gran parte de la sociedad cuando son las más consumidas por los madrileños. Las siguen el cannabis, los tranquilizantes y la cocaína. Sin embargo, la Comunidad se encuentra «muy por debajo» de la media nacional en el consumo de sustancias tóxicas. Así lo indicó la directora gerente de la Agencia Antidroga, Almudena Pérez, en la presentación del Registro Acumulado de Drogodependencia (RAD) que elabora cada año esta agencia y que recoge datos de los pacientes atendidos en los centros de la región.

De éstos se desprende que el perfil actual del drogodependiente madrileño se corresponde con un hombre soltero, de entre 31 y 40 años, con estudios primarios, un nivel socioeconómico medio, sin incidencias legales, que vive acompañado de su familia o sus padres y que se inició en el consumo con amigos. Además, el drogodependiente madrileño suele ser «policonsumidor» aunque «la cocaína y el cannabis son las principales drogas que motivan el inicio del tratamiento». Las sustancias que los madrileños asocian con mayores problemas de salud son la heroína, la cocaína y el éxtasis, mientras que la de menor riesgo percibido es el alcohol. Como más accesibles, perciben el tabaco y el alcohol, seguidos del cannabis y los tranquilizantes, mientras la heroína, el éxtasis, el «speed» y los alucinógenos son las más difíciles de conseguir.