Música

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OPINIÓN: Un pionero del pop

La Razón
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Me coge por sorpresa la noticia, sobre todo en el caso de un ser tan vitalista como lo era Augusto, un hombre siempre bienhumorado y lleno de optimismo a quien conocía desde hace ya bastante años y con quien estreché lazos cuando ambos coincidimos como consejeros de la Sociedad General de Autores. A pesar de sus problemas de salud, que se habían multiplicado en los últimos tiempos, llevaba el optimismo por bandera. Hablar con él era dialogar con un amigo. Como músico, qué duda cabe que en su género fue un pionero del pop español, un hombre técnicamente formado en los conservatorios y con un importante bagaje académico y una solidez que contribuyeron a darle un puesto de honor dentro del mundo cultural español. Su música ha acompañado y seguirá cerca de varias generaciones, canciones que se nos hacen inmortales y que se han mantenido en la memoria de todos nosotros. Como compositor marcó el camino a la generación que vino detrás y abrió bastantes puertas en el mundo musical, aunque no debemos pasar por alto la importancia que tuvo como pianista. A él se deben una multitud de bandas sonoras para el cine –apartado en el que ambos coincidimos– entre las que me sería imposible elegir una. Aunque sí me quedaré con un tema de Nino Bravo, «Noelia», una canción con gran impacto, éxito y repercusión aún hoy, sin olvidar las que compuso para Carmen Sevilla, Concha Velasco y tantas estrellas. Con su muerte se pierde a quien fue también maestro de una sólida generación de arreglistas, un iniciador del género que lo aupó hasta el nivel más alto.