El «suplicio» de hacer huelga en Cobo Calleja

MADRID- A los comerciantes chinos, que tienen fama de trabajar más horas que la mayoría de los españoles, debió de suponerles ayer todo un trastorno echar el cierre de sus comercios en señal de protesta. Es cierto que no hubieran encontrado mejor forma de llamar la atención que ésta, porque no hay nada mas inhabitual que un comercio chino cerrado en horario laboral. ¿El motivo? La «operación Emperador», en la que se detuvo a 58 ciudadanos de origen chino en una actuación contra el blanqueo de capitales –la principal sede de la redada fue el polígono de Cobo Calleja en Fuenlabrada– les ha hecho mucho daño. Así, la Asociación de Empresarios Chinos del Polígono Cobo Calleja decidió ayer cerrar todos sus comercios para llamar la atención de la sociedad española y reivindicar que «no todos son delincuentes». Los comerciantes tienen el objetivo de «cambiar la imagen que en general se tiene sobre la comunidad china». Así se lo expresaron a Efe dos de los portavoces de esta asociación, Yinong Chen y Xia Linmei, quienes aseguraron que desde la redada del pasado 16 de octubre, han notado «un fuerte rechazo por parte de la clientela española, no sólo en Cobo Calleja, sino en el resto de tiendas chinas». Este rechazo se traduce en cifras: algunos comercios han perdido hasta un 70% de facturación en la segunda quincena del mes de octubre, y Xia Linmei, que además de portavoz tiene un establecimiento en el polígono, lamenta que desde que se destapó esta trama los negocios se han resentido.

Yinong Chen explicó que con este cierre quieren que la sociedad española «cambie su percepción de que somos herméticos. Venimos a ganarnos la vida con sacrificio y de forma honrada», ha declarado. Es la primera vez en la historia de este polígono, el mayor de Europa de productos chino, en que todos los comercios orientales cierran sus puertas.