Abordaje pacífico del «Rachel Corrie»

El Gobierno israelí asaltó ayer a las doce del mediodía (once en España) el navío «Rachel Corrie» después de que éste ignorara las advertencias de los militares de no seguir acercándose a la franja de Gaza y desviarse al cercano puerto israelí de Ashdod a descargar. La toma de control del barco por parte de los soldados se hizo a menos 70 kilómetros de la costa y de forma pacífica, ya que ninguno de los 11 pasajeros y ocho tripulantes de la embarcación opuso resistencia. «Hoy [ayer] se ha visto la diferencia entre una flotilla pacífica, con la que discrepamos aunque respetamos su derecho a expresarse, y una flotilla de odio organizada por radicales violentos que apoyan el terrorismo», dijo el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en referencia al diferente desenlace que se produjo el pasado lunes en el buque turco «Mavi Marmara» y que acabó con la vida de nueve tripulantes.«En ambos casos el Ejército se ha comportado exactamente igual para asegurar el bloqueo que se mantiene sobre Gaza que previene el contrabando de armas con Hamas», añadió y insistió en que no permitirá «el establecimiento de un puerto iraní en Gaza».Tras ser interceptado, el «Rachel Corrie» fue trasladado hasta el puerto de Ashdod escoltado por dos lanchas del Ejército. Una vez allí sus tripulantes fueron puestos a disposición de las autoridades y la carga sometida a inspección antes de ser entregada en la franja palestina.Hasta cuatro veces antes del asalto la Marina israelí comunicó con los activistas del «Rachel Corrie» por radio para advertirles de que se acercaban a un «área hostil, sujeta a bloqueo naval y cerrada al tráfico marítimo» por lo que se les pedía «que cambiaran la ruta y se abstuvieran de entrar».

Con el desvío forzado del «Rachel Corrie» acaba la andadura del último de los barcos de la flotilla que desafiaron al Gobierno de Netanyahu pretendiendo atracar en Gaza, sobre la que Israel mantiene un bloqueo en la entrada de materias para evitar el rearme del grupo terrorista Hamas que controla la región desde 2007. Entre los tripulantes se encontraba una premio Nobel de la Paz, la irlandesa Maguire.