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Lloret de Mar estudia sanciones de hasta 750 euros por llevar la cara tapada
El Ayuntamiento de Lloret de Mar estudia la prohibición del uso de cascos de motos, pañuelos o velos integrales en las calles y espacios públicos y sancionar con hasta 750 euros a las personas que lleven la cara tapada de forma que dificulte su identificación.
El gobierno municipal de CiU y ERC ha puesto sobre la mesa esta medida, que se debatirá mañana en una reunión de todos los grupos municipales para debatir la nueva ordenanza municipal de civismo y convivencia con la que se quieren evitar los actos incívicos que proliferan en verano en esta localidad turística.
ICV-EUiA, en la oposición, ya se ha mostrado en total desacuerdo y su portavoz, Javier Rodríguez, ha recordado que "en la calle la gente va con pasamontañas para no pasar frío en invierno"y se ha preguntado si se multará a todas las personas que lleven pasamontañas. "No es una cuestión que el policía tenga que interpretar, lo que hay que hacer es darle a la policía una ley muy clara", ha dicho.
En concreto, según estipula el artículo 39 del borrador de la ordenanza, se prohíbe "la utilización de elementos como pasamontañas, cascos integrales, velos integrales, pañuelos u otras vestimentas o accesorios similares, de manera que se impida o dificulte la identificación y la comunicación visual de las personas".
El artículo recoge además que quedan excluidos de esta prohibición "los disfraces con motivo de verbenas o fiestas populares".
Esta medida, recogida en el apartado de Uso y Conductas Impropias con Afectación al Espacio Propio, el Ayuntamiento de Lloret prevé que sean considerada una infracción leve, lo que puede comportar multas a los infractores de hasta 750 euros.
A pesar de ello, el artículo en el que se fija esta sanción también especifica que antes de sancionar económicamente al infractor que lleve elementos que dificulten su comunicación o identificación, los agentes recordarán primero la prohibición y, "en caso de que la persona persistiese en su actitud, se procederá a la formulación de la denuncia pertinente".
Esta nueva regulación, que el Ayuntamiento pretende que entre en vigor a partir de la próxima Semana Santa, es fruto de la promesa del equipo de gobierno municipal de actuar con mano dura contra los incívicos, a raíz de los altercados protagonizados por decenas de jóvenes turistas el pasado verano, básicamente en la principal zona de ocio de la localidad, la Avenida Just Marlés.
La nueva ordenanza también prevé prohibir la prostitución en los espacios públicos y el consumo de alcohol y la difusión de propaganda en la calle, prácticas por las que se podrá sancionar a los infractores con multas de entre 750 y 3.000 euros.
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