Lorca

La Ciudad del Sol se levanta después de que su esplendor se viniera abajo

 Los días se suceden desde que el pasado miércoles dos terremotos lograran inundar Lorca de pánico después de que la tierra se removiera y causara importantes desperfectos materiales a lo largo y ancho de toda la ciudad.

La Razón
La RazónLa Razón

Aún así, lo peor fue que los movimientos sísmicos tiñeron la localidad de luto al provocar la muerte de nueve personas que se vieron sorprendidas por cascotes que cayeron a causa de los temblores. La reacción inmediata por parte de la ciudadanía fue la esperada: Incredulidad, silencio, llanto, dolor y pena.

Los vecinos no alcanzaban a comprender por qué les había tocado asistir como protagonistas a uno de los episodios más luctuosos de toda la historia lorquina. La primera noche se caracterizó por el dolor y la existencia de personas agolpadas por la calle para pasar la velada. La desolación se podía mascar con tan solo adentrarte unos pocos metros dentro del municipio. La principal premisa que se marcaron los dirigentes públicos como objetivo desde el primer momento fue la de sacar fuerzas de flaqueza y demostrar al mundo entero que la rendición no podía ser una opción a tener en cuenta. Hoy se cumple el tercer día desde que pasó la catástrofe y el clima sigue estando reinado por el caos, pero la actitud de los vecinos no es otra sino la de mejorar una ciudad que llora a sus víctimas. El análisis e inspección de los edificios por parte de los técnicos reflejó que casi la mitad de las viviendas estaban aptas para habitar en ellas.

El coraje, la superación y el afán por mejorar son los denominadores comunes que habitan actualmente en el interior de cada uno de los ciudadanos. Saben que la situación es difícil, pero también son conscientes de que si reman todos hacia la misma dirección serán capaces de solventar cualquier vicisitud que se les presente.