La importancia de los detalles en la detección precoz

La detección de un nódulo en un pulmón en una revisión rutinaria que realizan al Rey en el Hospital Clínic de Barcelona precisa de un diagnostico anatomo-patológico. La aparición de nódulos en los pulmones puede ser debida a muchas causas, tanto benignas como malignas, y deben ser estudiadas para ponerle nombre y apellidos y realizar el tratamiento adecuado. Sólo los nódulos que existieran al menos dos años antes y no se hallan modificado tanto en tamaño como en su morfología pueden ser seguidos estrechamente.Las primeras pruebas que se realizan en un nódulo son radiológicas e incluyen un TAC (Tomografía axial computarizada) que da mucha información en cuanto a su localización exacta, densidad interior, tamaño... A continuación se realiza un PET (Tomografía por emisión de positrones), que informa del metabolismo de la lesión que cuando más positivo es alerta de su posible malignidad. Pero lo más importante es su diagnostico histológico y por lo tanto se precisa su biopsia. Primero se intenta mediante una fibrobroncoscopia, es decir la exploración endoscopia de la tráquea y bronquios y se realizan técnicas encaminadas a la obtención de células o tejido del nódulo. Si no se consigue su diagnóstico se continúa con la PAAF (punción aspiración con aguja fina) con control de TAC. En nódulos muy pequeños (menores de un centímetro) o en localizaciones inaccesibles se continúa con la intervención quirúrgica.Estas intervenciones se realizan con anestesia general. Pueden hacerse por videotoracoscopia, menos invasiva, e indicada en aquellos nódulos muy periféricos en el pulmón y fácilmente accesibles o por toracotomía, es decir una intervención abierta, en aquellos nódulos más centrales en el pulmón.En ambas situaciones el objetivo es realizar una biopsia intraoperatoria, y con el diagnóstico de certeza realizar el tratamiento mas adecuado. La mayoría de las lesiones benignas se tratan con una segmenctomía de pulmón, es decir una pequeña parte que incluye el nódulo y la mayoría de las malignas con una lobectomía o una parte anatómica del pulmón. El postoperatorio suele ser sin complicaciones y el paciente vuelve a realizar una vida normal.