Sin encanto por Julián García Candau

Sic transit gloria mundi. (Así pasa la gloria del mundo). Fernando Roig, presidente del Villarreal, ha dado tres cuartos al pregonero al confesar pérdidas de 16 millones de euros en el presupuesto de la temporada pasada. El equipo, eliminado en Liga de Campeones, humillado en la Copa del Rey por el Mirandés y asomado al abismo de la Segunda División, ha perdido encanto.

Hace dos años, Roig anunció vacas flacas y la obligación de apretarse el cinturón. La crisis es general y solamente algunos insensatos mantienen el nivel de otros tiempos, también deficitarios, que conducen al infamante concurso de acreedores y a la petición de quitas del cincuenta por ciento como está sucediendo. Roig, antes de llegar a la catástrofe, ha optado por reducir un veinticinco por ciento el presupuesto actual.

Cuando la clasificación aprieta de verdad y el pozo de la Segunda está cerca, ha renunciado a reforzar el equipo en el mercado de invierno. Se avecinan jornadas que pueden colocar al Villarreal en el fondo de saco por la importancia de los adversarios a los que se enfrentará y el presidente prefiere aguardar a que escampe para ver el futuro con mejores perspectivas.

Probablemente, habrá días en que cunda la desesperanza y hasta se llegue a la depresión. El objetivo de mantenerse un año más en Primera División es complicado, pero hay plantilla para luchar por ello. Ha destituido a Garrido y ha escogido a Molina, portero del equipo en años de Segunda y entrenador de la casa. También en esto se optó por el ahorro. Es lo que toca.
Posdata. Estoy convencido de que el ejemplo no cundirá. Seguiremos alargando el brazo más que la manga.