Valencia
El fuego devora 5500 hectáreas en Valencia
El incendio, de origen desconocido, fuerza a más de 2.000 vecinos de siete municipios a abandonar sus casasConsulte el gráfico adjunto con más datos sobre los incendios
Valencia- El incendio declarado el pasado domingo en el término de Chulilla (Valencia), en la comarca de Los Serranos, ha destruido en las últimas 24 horas 5.500 hectáreas de masa forestal, según el Centro de Coordinación de Emergencias. Las primeras investigaciones no han logrado esclarecer las causas que lo originaron. A media tarde del domingo, un vecino de Chulilla daba la voz de alarma. El fuego, junto a la central eléctrica, subía por La Hoya y se extendía por Pelma y La Serratilla. El viento lo propagó velozmente.
«No debería haber subido a la muela. A esa zona sólo puede llegar el fuego por tres puntos y las brigadas debieron hacer una quema controlada», comenta un vecino que se acerca con su nieto al puesto de mando avanzado de Las Bodegas de Vanacloig, que es una pedanía de Chulilla pese a su nombre de marcado ascendente enológico. El hombre es de Chulilla, «bueno, mi mujer», y al ser evacuados pasaron la noche en su pueblo, en Ahillas. «Pero lo de la quema controlada tienen mala fama, ¿no?», pregunta el informador. «Qué carajo, es lo mejor, así el fuego no avanza».
«El viento sopla fuerte, aunque menos que anoche (por el domingo), pero no ha dejado de hacerlo ni un momento. «Lo mejor es que se queme pronto y nos dejen volver» concluye resignado.
En la jornada de ayer, en la que predominaron los fuertes vientos, las tareas de extinción fueron muy complicadas, a pesar de los 600 efectivos desplazados y los 31 medios aéreos. Además se declararon otros dos incendios en la comarca del Camp del Turia, uno en el término de Ribarroja, que obligó a desalojar a 70 personas de un colegio, y otro en el término de Vilamarxant.
El consejero de Gobernación, Serafín Castellano, aseguró que la prioridad era estabilizar la cola del incendio en el municipio de Chulilla y la cabeza del mismo en Lliria, además de «sujetarlo» en la zona sur para evitar que se extendiera a otras zonas de masa forestal.
Las llamas, que avanzan sin control en cuatro sectores, obligaron al desalojo de unas dos mil personas de los municipios de Chulilla, Gestalgar, Pedralba, Sot de Chera y Bugarra, aunque los de Sot de Chera ya han podido regresar a sus domicilios, informa Efe. Los evacuados vivieron «una noche muy larga», en la que «no han dormido nada» y pasaron «un susto tremendo» al ver cómo se acercaba el fuego. El incendio ha dejado sin clase a más de trescientos niños de Infantil y Primaria de las localidades de Chulilla, Bugarra, Gestalgar y Pedralba.
A lo largo del día, la Unidad Militar de Emergencias envió doscientos militares más, que se unieron a los más de 350 que ya trabajaban en la extinción. El Puesto de Mando Avanzado vivía en permanente ebullición y nerviosismo. Mientras, un oficial de la UME que trabaja cerca del embalse de Loriguilla admitía que el fuego se les está yendo de las manos a los medios aéreos y que por eso están haciendo quemas controladas. «Si el fuego cruza la carretera, será muy difícil pararlo». Con gran profesionalidad, Bomberos y UME hacen arder un pequeño bosquecillo de pinos. En unos minutos se convierte en un esqueleto negro y las mangueras lo apagan inmediatamente. «Por aquí, el fuego ya no pasa».
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