España

La sopa de cebolla que trajo a España María Luisa de Saboya

La sopa de cebolla nació como humilde condumio de los trabajadores del mercado parisino de Les Halles. Los nobles franceses que acababan sus juergas y francachelas de madrugada y en aquel recinto no tardaron en aficionarse a un caldo tan sabroso y con efectos tan reparadores, y poco a poco la fueron introduciendo en sus cocinas.

 
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Fue éste el caso de Ana María de Orleans, la madre de María Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de Felipe V, pionero de la dinastía borbónica, quien la trajo a España y nos la legó como inestimable presente culinario. La reina adoraba esta sopa, pero los cocineros y sirvientes del Palacio Real no conseguían dar con el punto exacto del plato, por lo que, con cierta frecuencia, María Luisa bajaba a las cocinas y lo preparaba ella misma.

la receta
Ingredientes

600 gramos de cebolla
12 rebanadas de pan
1 huevo
1 diente de ajo
0,12 kg de salchichas frescas
1,5 l de caldo de ave
100 g de mantequilla
100 g de queso manchego curado y rallado
1 cucharada de aceite de oliva virgen
0,05 l de brandy
Perejil
Sal al gusto
Pimienta negra molida al gusto

Preparación
1- Se quita la tripa a las salchichas, se le saca la carne picada y se hace con ella unas mini albóndigas, añadiéndoles el ajo, el perejil y el huevo. Se enharinan y se fríen en una sartén en la que se habrá derretido la mantequilla. Cuando tomen color, se sacan y se reservan.
2- En otra sartén con aceite de oliva virgen bien caliente se fríen las rodajas de pan hasta que estén totalmente doradas por ambos lados. Seguidamente se echa el resto del queso rallado y se mete al horno para gratinar. Se apartan.
3- En la misma sartén donde se frieron las albondiguillas con mantequilla derretida y caliente se pone a pochar la cebolla finamente picada en juliana. Se le añade un poco de sal para que sude y se deja hacer hasta que esté tierna y haya tomado un poco de color. A continuación se echa el caldo de ave y se deja cocer a fuego moderado durante unos 20 minutos. Entonces se añade la mitad del queso rallado, dejando que se funda sin dejar de remover.
5- Pasado ese tiempo se echan al caldo las mini albóndigas y se deja cocer todo durante 5 minutos, se rectifica de sal y pimienta. Fuera del fuego y en platos individuales, se colocan las rebanadas de pan con el queso.

Un Antiinflamatorio que mantiene la línea

La cebolla, protagonista máxima de este plato junto al energético pan, es una auténtica joya nutricional y terapéutica. Ayuda a mantener la línea gracias a su bajo contendido calórico y su alto contenido en fibra saciante, que a su vez mejora el tránsito intestinal; sus componentes azufrados actúan muy positivamente sobre las vías respiratorias y tienen propiedades antiinflamatorias; su alto aporte de potasio favorece la eliminación del exceso de líquidos, lo que resulta un alivio en casos de hipertensión, gota y oliguria; son bnastante ricas en flavonoides, antienvejecimiento y favorece la circulación sanguínea. Por último, son muy interesantes en la dieta de las embarazadas, ya que por su elevado contenido de folatos previenen problemas de espina bífida.