Rajoy insta al Gobierno a pagar lo que debe a Cataluña

BARCELONA- Artur Mas encontró ayer un aliado en Mariano Rajoy para continuar reclamando al Gobierno que transfiera este año a la Generalitat los 1.450 millones de euros correspondientes al fondo de competitividad que prevé el actual modelo de financiación. El presidente del PP protagonizó ayer una inédita visita al Parlament de Cataluña y fue preguntado por la reivindicación de Mas. «El presidente del Gobierno tiene que cumplir la ley, como cualquier presidente», dijo, alineándose así con el titular de la Generalitat.

La postura de Rajoy no debe sorprender porque es la misma que ha expresado la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. El político gallego subrayó que «un país sin reglas de juego tiene problemas evidentes» y enfatizó que la ley hay que respetarla aunque «no guste».

El Gobierno se niega a transferir ahora los citados 1.450 millones porque, a su entender, sería tanto como hacer un anticipo de los recursos del año que viene. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ya manifestó esta postura anteayer en el Senado. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, tomó ayer el relevo de Zapatero y lo hizo para atacar a Rajoy por su «espectacular ejercicio de cinismo», en alusión al recurso del PP contra el modelo de financiación incluido en el Estatut. Salgado insistió en que la ley contempla que el fondo de competitividad debe transferirse en la liquidación de 2013 y no antes.

La visita de Rajoy al Parlament levantó una gran expectación. El líder del PP, acompañado en todo momento de Sánchez-Camacho, se reunió con la presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert, y puso un granito más de arena para escenificar la normalidad del PP en Cataluña, una comunidad que está premiando los esfuerzos de Rajoy, tal y como se vio en las últimas elecciones autonómicas.

En la rueda de prensa que ofreció en el Parlament, Rajoy también fue interrogado por la consulta soberanista que este domingo se celebra en Barcelona. El líder del PP dijo que él aboga «por la unión y no por la división» y opinó, a continuación, que en Barcelona, «una ciudad muy abierta y muy cosmopolita», «no pega mucho» esta suerte de referéndum.

Rajoy advirtió, además, de que estos debates sobre el secesionismo «no ayudan nada a la recuperación económica». «Todo lo que genere inestabilidad, dudas, incertidumbres y un futuro poco claro es muy perjudicial para la economía, que requiere estabilidad y dar confianza», afirmó. De esta manera más o menos explícita criticó a Mas y a los responsables políticos que han dado fuelle al proceso de consultas soberanistas por estar dando «vueltas a las instituciones». Y remató: «Allá cada uno con sus responsabilidades».