Algeciras
Por qué los edificios no aguantaron
La ciudad de Lorca se vio sorprendida ayer por dos movimientos sísmicos importantes, que causaron una de las mayores tragedias de los últimos años. Dos edificios situados en la calle Galicia y en el barrio de La Viña no pudieron aguantar el envite virulento de la tierra y se vinieron abajo. No fueron los únicos que sufrieron daños.
Efectivos del Ayuntamiento de Lorca se vieron obligados a evacuar una residencia de mayores, dos ambulatorios y un instituto de enseñanza secundaria. También sufrieron daños numerosas viviendas particulares y edificios del casco urbano, y de patrimonio histórico como el Santuario de la Virgen de la Huerta. El segundo seísmo afectó sobre todo al campanario de la Iglesia de San Diego, el tejado del asilo, la Torre del Espolón del Castillo de Lorca y una pared que se vino abajo.
Un portavoz de la corporación municipal informó de que la torre de la Iglesia de Santiago «se ha abierto por la mitad y ha tenido que ser acordonada». La pregunta que surge en este punto es: ¿cómo es posible que en una zona sísmica tan importante, los edificios no estén preparados para soportar un terremoto de estas características, que ha obligado a 10.000 personas a dejar sus hogares?
Durante toda la tarde de ayer, autoridades y vecinos buscaban una explicación a lo sucedido. Los expertos tampoco se lo explican, porque un movimiento de tierras como éste no es suficiente para causar tantos daños y causar el llamado «efecto colapso». La única causa posible es que los edificios afectados sean históricos o de los años 50 porque la normativa actual exige a los constructores que hagan edificios más sólidos. La realidad es que al menos diez personas han perdido la vida, tres de ellas de ellas víctimas de los escombros de una cornisa desprendida por la sacudida.
En cambio, ninguna de las grandes infraestructuras hidráulicas del valle de Guadalentín, dependientes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), soportaron sin sufrir daños el terremoto. Un portavoz de la CHS explicó que el seísmo sólo ha derrumbado dos casetas pequeñas de una instalación de la Confederación situadas en el casco urbano, que se encarga de distribuir los caudales entre los regantes. Los dos pantanos aguas arriba de Lorca, Valdeinfierno y Puentes «están intactos», según la CHS, al igual que ha ocurrido entre Alhama de Murcia y Librilla, donde se encuentra la presa de Algeciras.
El canal del postrasvase, que transcurre por todo el valle del Guadalentín, ha sido inspeccionado también por técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura, que no han detectado ninguna rotura reseñable. En cuanto a los servicios básicos de la zona, funcionan con normalidad y sólo se han producido cortes eléctricos puntuales de escasa duración, mientras que los operadores de telefonía afirmaron que sus líneas estaban bien, a pesar de que la red se saturó en los minutos siguientes a los terremotos y sus réplicas.
«Hay que reforzar las estructuras y la cimentación»
El presidente del Colegio de Geólogos avisó y acertó. Suárez predijo anteayer que un terremoto destructivo iba a llegar a Murcia «en un futuro no muy lejano». Tras el seísmo, anoche aseguraba que los edificios de Lorca «no deberían haberse caído» y, por tanto, «no deberían haberse producido víctimas». El geólogo incidió en la importancia de cumplir la normativa sismo resistente y lograr estructuras y cimentaciones más resistentes para «impedir el colapso de los edificios».
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