Francia

«Versailles»: Vagabundos de palacio

Director: Pierre Schöller. Guión: Pierre Schöller. Intérpretes: Guillaume Depardieu, Aure Atike Nadine, Max Baissette de Malglaive. Francia, 2008. Duración: 102 minutos. Drama

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Una pena, Guillaume Depardieu murió demasiado pronto y demasiado joven para demostrar hasta dónde habría podido llegar todo. Aunque rumoreaban que en otros aspectos de la vida había vivido lo suyo, el hijo del gran, enorme (en más de un aspecto) Gérard nunca llegó siquiera a igualarle en la gran pantalla, pero se tomó bastante en serio ciertos trabajos. Como el papel que encarna en esta producción, donde es un tipo que vive en medio del bosque próximo al Palacio de Versailles que aparece en el título cerca de nadie. Estamos en el París actual (era 2008 entonces), la crisis se le ha echado a Europa encima, y Damien, el nombre del personaje que interpreta, se topa un día con Nina y su hijo, que tiene sólo cinco años pero ya está cansado de rodar por ahí sin ninguna meta concreta, de dormir en albergues para mujeres tan desamparadas como Nina, de tener hambre siempre, cualquier día de cualquier semana. Si padre cerca, sin casa.
Tras pasar la noche juntos, la joven decide abandonar al niño y desaparecer, lo que provoca que el protagonista deba «adoptarlo». El por estos pagos desconocido Pierre Schöller no es ninguno de los dos contundentes hermanos Dardenne, tampoco Kean Loach (eso que sale ganando a la vista de los más recientes trabajos del tantas veces notable realizador británico), aunque se esfuerza por insuflar a este filme austero que roza en ocasiones abiertamente el tono melodramático de las suficientes dosis de verdad y calor humano. Una película que crece en los silencios, en los gestos desesperados de los personajes, en la tristeza que emana de la soledad que los lastra, y disminuye cuando establecen los diálogos. Qué curioso que suceda eso en el cine francés, que siempre parece tener la última palabra.