Los sondeos electorales ante el 22-M

Arranca la campaña del 22-M con los primeros sondeos aún humeantes y, aunque no aporten nada nuevo a lo que ya sabíamos, sí la contundencia de los datos no deja de sorprender a propios y extraños pues algo especial se ve venir dentro y fuera de la Región, y en lo que nos toca, tampoco podemos huir del bombazo que supone romper el listón de los 30 diputados de los 45 en disputa para la configuración del nuevo Parlamento murciano. Cierto es que el PP se beneficia del demérito de sus adversarios en el cuerpo a cuerpo del debate de ideas, pero eso, a fin de cuentas, es un asunto interno que sólo afecta al PSRM-PSOE, o especialmente a los socialistas murcianos, ya que los comunistas y Los Verdes han demostrado ser más fieles a su ideas que el propio PSOE.

Decimos que es un asunto interno de Retegui entrar o no en ese debate de ideas con Valcárcel, donde el PP va más sobrado y con los deberes hechos. Cierto es también que el PSRM-PSOE ha usado toda su artillería en las manifestaciones contra Valcárcel y su familia en los últimos meses y eso no les ayuda a trasladar una imagen de tranquilidad para el Gobierno que necesita a Murcia en estos tiempos que corren. Sin ideas y sin formas políticas, el principal partido de la oposición está derrotado de salida, pero eso solo se lo han buscado ellos, porque no podían criticar en Murcia con la vehemencia con la que lo han hecho todo aquello que han callado y justificado al gobierno Zapatero aún siendo más grave lo que sucedía en Madrid con seis millones de parados y un «pensionazo» que alarga la vida de jubilación en dos años más. Me consta que en el PSRM hay quienes quieren un batacazo electoral para poder armar un relevo a Saura y Retegui en las condiciones más favorables, y quienes también desean la derrota para llevar al máximo nivel de dehaucio el proyecto de los actuales dirigentes socialistas y tener la oportunidad de introducir cambios tanto de personas, como de mensajes, hábitos y programa electoral. El PSRM es una olla a presión, pero cierto es también que el PP no debe relajarse, pues el efecto de los sondeos electorales beneficia y perjudica a ambos partidos por igual. A unos, porque les moviliza el electorado, a su votante, para evitar el peor de los males; y a los otros, porque esa supuesta victoria anticipada y tan contundente desmoviliza a los suyos en un momento crítico para gobernar con mayoría suficiente, pues el estado económico de la Región necesita de mayorías holgadas y no de equilibrios que trasladen la confrontación del día a día a las empresas y los trabajadores. Los sondeos electorales miden el pulso y la tendencia dentro de determinados segmentos de la sociedad, pero también sabemos que muchos de estos sondeos no son más que meras aproximaciones, indicadores de tendencia que se confirman o no el día de la jornada electoral. Uno supone que tanto el PSRM como el PP están indicando a los suyos que nada está perdido y todo por ganar, que hasta las ocho de la tarde del día 22, hora en que se cierran los colegios, todo está por hacer. De aquí a entonces el Partido Popular quiere y desea una campaña limpia, respetuosa, alejada del exabrupto y de las malas maneras. Es de desear que también esta sea la posición del PSRM, porque lo que de verdad interesa al ciudadano es confrontar programas, proyectos y alternativas para salir de la crisis. El país no necesita más peleas tabernarias. España, y Murcia en especial, lo que necesitan son buenos debates donde cada uno exponga lo que quiere para esta Región y que el ciudadano pueda conformar su voto con absoluta libertad y en función de lo que más le interesa. Esa es la esencia de la democracia y a ella nos debemos todos, principalmente los partidos políticos, que son quienes nos representarán en los próximos cuatro años con el concurso incluido de los derrotados.