A la espera de Red Bull

Resta menos de un mes para que arranque la temporada 2012 de la Fórmula Uno y los equipos punteros afinan su preparación estos días en el circuito de Cataluña. Como es habitual, las conjeturas sobre el estado de forma real de cada nuevo monoplaza son numerosas, pero en realidad mantienen la incógnita. Nunca se sabe en qué condiciones rueda cada coche y esto neutraliza cualquier interpretación.

Ferrari y Alonso completaron ayer una simulación de carrera con 124 giros y casi 600 kilómetros en una sola jornada. Por la mañana realizaron tandas cortas de seis y siete vueltas y por tarde, la distancia de una carrera. Una maratón física y psíquica para el piloto asturiano, que se dio una paliza probando la fiabilidad del F2012 y, sobre todo, un nuevo alerón delantero que incluso fue impregnado de parafina para cotejar los datos reales con los ofrecidos en el túnel de viento. El español rodó con gomas blandas y medias durante la simulación de Gran Premio, aunque marcó su mejor tiempo con gomas duras a media mañana. Sólo una décima le separó de Sebastian Vettel, que además marcó su mejor registro con el compuesto medio.

Aunque no se pueda sacar ninguna conclusión de esta información. El responsable técnico de Ferrari, Pat Fry, se ha mostrado optimista con la evolución del F2012, pero deja entrever que seguramente no alcance todavía el nivel de Red Bull. Los vigentes campeones dejaron ayer por la tarde perpleja a la competencia tras filtrarse que hoy traerán a Barcelona un chasis nuevo para completar las dos últimas sesiones de entrenamientos. Es decir, que probarán algo que no han querido que los rivales vean hasta ahora para que no tengan margen de maniobra en caso de intentar copiar sus mejoras. Hoy rodará Massa en Ferrari y Alonso terminará los ensayos mañana.