Constitución

Cataluña grita hoy contra el PSOE

La manifestación de Barcelona tendrá como lema principal «Somos una nación y decimos ¡basta ya!».

La Razón
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BARCELONA- Miles de catalanes marcharán esta tarde por el centro de Barcelona para decir «basta ya». Basta a la precaria situación de las infraestructuras, a que no se publique información sobre las balanzas fiscales y a que «se ataque y se falte el respeto a Cataluña desde España». El «padre» de la concentración es la Plataforma por el Derecho a Decidir, pero a su iniciativa se han sumado 180 entidades y tres partidos políticos: ERC, ICV y CiU. La presencia de los dos socios del PSC en el gobierno catalán y del principal grupo de la oposición han llevado a varios actores a tachar la marcha de «partidista». De hecho, socialistas y sindicatos no participarán por apreciar motivos «electoralistas» y el PP por los tintes «independentistas».

Los organizadores subrayan que la manifestación es la herramienta para que la sociedad catalana libere el malestar acumulado. Un enfado que empezó en los noventa cuando se rompió el viejo equilibrio entre Madrid y Barcelona en favor del primero y que se ha agravado con el apagón, el fiasco ferroviario y un tenso debate político sobre la responsabilidad de la falta de inversión en las infraestructuras catalanas.

Los manifestantes reclamarán el traspaso de la red de transportes e infraestructuras a la Generalitat; la recaudación y gestión de los impuestos por parte del gobierno catalán y la potenciación de Cercanías. El presidente de la Generalitat, José Montilla, que ayer se desmarcó de nuevo de la concentración, expresó que para lograr estas reivindicación no hace falta esta marcha. «No es el momento de gritar alto y fuerte, sino de arreglar los problemas», advirtió.

Montilla, que inauguró el Primer Simposio de Historia sobre Josep Tarradellas en el monasterio de Poblet, rechazó el «pesimismo» que vive la política catalana y subrayó que «gobernar no es gesticular». Avisó de que el momento actual «no nos pide épica, sino que nos exige realismo, rigor, eficacia, un diagnóstico acertado, encarar los problemas y orientar el futuro del país». El presidente volvió a elogiar la figura de Tarradellas, a quien definió como «un hombre con sentido común» e invitó a las generaciones de hoy en día a «aprender algunas de sus lecciones», como que «un hombre político no puede ser pesimista y ha de luchar para vencer las dificultades que se encuentra».

«En su derecho»

Aunque no participará en la protesta ni como presidente de la Generalitat ni como miembro del PSC, Montilla expresó su respeto por los ciudadanos que irán a la manifestación, igual que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega hizo hincapié en que los ciudadanos que se manifiesten hoy «lo van a hacer el mismo día en que se restablecerán los servicios de Cercanías». Tras insistir en que «en democracia los ciudadanos tienen todo su derecho a manifestarse», subrayó que desde el Gobierno «nuestra especial preocupación siempre ha sido evitar las molestias a los ciudadanos». Por eso, añadió, «seguimos trabajando para completar las obras de la alta velocidad con toda la celeridad que permita la garantía de seguridad para los viajeros».

Indicó que el Gobierno no se va a cansar de «pedir disculpas a los catalanes», como tampoco se va a cansar de recordar que el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero «ha hecho frente a un problema y al retraso de las inversiones que necesitaba Cataluña».

Frente a quienes acusan a CiU de aportar connotaciones partidistas a la protesta, el diputado Felip Puig aseguró que la marcha a favor del derecho a decidir sobre las infraestructuras deberá servir para decir «basta a Madrid» y a la España que «insulta y menosprecia a Cataluña». Parafraseando a una canción de Serrat dijo que «hoy puede ser un gran día que puede hacer historia en Cataluña, porque es una oportunidad magnífica para canalizar cívicamente el sentimiento de rabia contenida y el cabreo que comparten muchos catalanes». Mientras Puig criticaba a ERC e ICV por compartir gobierno con un PSC que «maltrata a Cataluña», republicanos y ecosocialistas pedían a los simpatizantes socialistas que se sumen a la protesta.