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El Cairo

César Aira reinventa el cómic

La Razón
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Sólo a César Aira, uno de los escritores más originales que ha dado la literatura argentina en los últimos años, se le pudo haber ocurrido un libro como éste. Peces gigantes que se posan en la atmósfera, juguetes que se transforman en personas, personas que se desprenden de una pantalla, pirámides que avanzan por el desierto como si se tratara de un ejército numeroso, agujeros en el Universo, un saxofón que parlotea, personajes que se llaman Tapita, Lenteja o Rompetrueno y, como si esto fuera poco, la lucha encarnizada que libran el superhéroe Barbaverde y su archienemigo: el profesor Frasca. Desopilante, ingenioso, autor de una obra vasta que no cesa de crecer, compuesta por más de cincuenta títulos, en «Las aventuras de Barbaverde» César Aira narra una historia tan delirante como repleta de ideas, una novela que se nutre del cómic americano y de la narrativa de Roberto Arlt.

 

Una entrevista

En Rosario, una ciudad recostada sobre el Río Paraná, a Aldo Sabor, que acaba de ingresar en el periódico local El Orden, le encargan la tarea de hacerle una entrevista al señor Barbaverde, que se encuentra hospedado en el Hotel Savoy y cuyo rostro nadie jamás ha visto. Allí, en la recepción, Sabor conoce a Karina del Mar, una artista extravagante y preciosa que también desea hablar con el afamado superhéroe. Con estos elementos, Aira construye una trama que se despliega por caminos insospechados, que se abre a todo tipo de posibilidades, que puede desplazarse hasta El Cairo o refugiarse en una isla del Paraná o poner en juego el orden del Universo. Una trama repleta de peripecias en las que Aldo y Karina se verán envueltos en un combate feroz entre el Bien y el Mal.

Porque el malvado profesor Frasca, junto con su ayudante Nildo, puede utilizar cualquier recurso para dominar el mundo: hacer aparecer un salmón de grandes proporciones sobre el cielo de Rosario, montar un parque temático en Egipto, crear una reserva de juguetes que cobran vida, organizar un evento fashion o vender licencias para la utilización de números. Sin embargo, en el momento más inesperado, siempre aparece Barbaverde, dispuesto a salvar a la Humanidad, consciente de que la estrategia del Mal «es que no lo tomen en serio».

Como Duchamp, Aira crea objetos extraños y los introduce en la materia de su ficción, un espacio que se confunde con la realidad porque en él se entrecruzan el presidente Kirchner, Diego Maradona y muchos de los estereotipos que conforman la actualidad argentina junto con ideas descabelladas que, de pronto, cobran vida: la creación de una planta de células madre, la reproducción incesante de muñecos, suplantar coincidencias por causas, anular el presente.

«Vos escribís lo que escribís para reírte de todo el mundo, no te importa nada, sos un posmoderno», dice alguien en «Las aventuras de Barbaverde», una frase que es un resumen de la obra de Aira.