Estreno

Cultura rebajará a 16 años la edad para ver películas para adultos

«No tiene sentido que se permita abortar a los 16 y haya películas que no se puedan ver con esa edad», dice Guardans

Cultura rebajará a 16 años la edad para ver películas para adultos
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El nuevo director del Instituto de Cine (ICAA), Ignasi Guardans, hizo una pausa en su ronda de contactos para redactar la orden ministerial que desarrolle la Ley de Cine para explicar a la prensa los contenidos más novedosos de este «instrumento sin el que es imposible dar dinero». Así justificó la última concesión de ayudas en el mes de mayo de 8, 6 millones de euros: «No se han ampliado las subvenciones al cine, ni la ministra ha dado más ayudas a sus amigos», explicó Guardans, que considera un acto de responsabilidad «no dejar ese dinero en partidas que no se pueden ejecutar porque no había orden ministerial. Éstas son las principales modificaciones que anunció:

- El público como arbitro: Guardans pretende dar mayor relevancia a la recepción que tengan las películas a la hora de conceder las ayudas. De esta manera hace frente a las críticas por subvencionar filmes que interesan a porciones muy pequeñas de la población tras una cosecha especialmente negativa para nuestro cine en España. Si bien ya existe el concepto de «amortización», hasta ahora sólo contaba el dinero que obtenían en taquilla, en el futuro se tendrá en cuenta además el número de premios nacionales e internacionales. El ICAA pretende apoyar además a las películas de mediano y gran presupuesto, aunque se mantendrá la limitación de que la ayuda no supere ni el 50 por ciento del coste del filme ni el 75 por ciento de la inversión. «Los filmes que no hayan merecido ayudas previas, ni tengan el visto bueno de la taquilla, ni filtros de calidad, a riesgo del inversor», sentenció Guardans.

- Las descargas computarán: en este mismo concepto de ayudas a la amortización, además de los premios computarán las descargas legales en la red.
- «Vender cine como jamón»: «La promoción exterior es una de las asignaturas pendientes», admitió ayer el mandatario. Para ello, pretende diseñar estrategias que permitan el acceso continuado de nuestros filmes a ciertos mercados «como se hace con el ja-món ibérico o el calzado español».

- Empujón a los telefilmes: Atenderá a la reivindicación de que las películas para televisión también puedan optar a ayudas. «Creo mucho en ese producto, a diferencia de las teleseries, que no aportan nada a la industria del cine», añadió Guardans, siempre y cuando «vengan avaladas por la operadora de televisión que las va a emitir».

- Vincular las ayudas previas: «Estos tres tipos de ayudas son ahora planetas separados, pero formarán parte de la misma constelación». Así se refirió al hecho de que vinculará aquellas que se conceden a los guionistas con las de desarrollo y proyecto. Se realizará un seguimiento a las primeras, que hasta ahora no necesitaban de ninguna garantía de que fueran a convertirse en rodajes, lo que sucederá con las ayudas a desarrollo, pues se dará preminencia a los títulos subvencionados en el apartado anterior. Esta partida va destinada a realizar el casting, estudios de la financiación, buscar las localizaciones. Y un tercer apartado que serán las ayudas a proyecto, que son las que se conceden al productor antes del rodaje y que también tendrán conexión con los apartados anteriores.

- Apoyo al 3D: precisamente a las ayudas al proyecto sólo podían optar largometrajes de directores noveles, filmes experimentales y cine documental. A partir de ahora se incluirán también los filmes rodados en 3D que no sean de animación para impulsar esta fórmula, mucho más costosa, aunque para algunos supondrá la supervivencia del cine en las salas. Ésta es otra de las fórmulas que ha encontrado Guardans para poder apoyar cintas de alto presupuesto como las rodadas por Alejandro Amenábar. La orden romperá además la división por la cual cada proyecto debía optar a las ayudas previas o a las posteriores, eso sí, «en las ayudas a la amortización se descontarán las que se hayan concedido previamente».

- Conversión del ICAA en agencia: Aunque no señaló fechas, ratificó que se trabaja para convertir este instituto, cuyo funcionamiento calificó de «predigital», en un órgano que tenga más «agilidad» administrativa y que logre una comunicación más fluida con ministerios como el de Industria o las comunidades autónomas, pues con estas instituciones comparte competencias. No quiso pronunciarse Guardans, sin embargo, respecto a la proposición que ha apoyado el PSOE en el Congreso de que el consejo rector tenga una representación de corte federal.


Para mayores de 16 años
Se revisará la calificación por edades que apenas ha variado en los últimos años. Con ello se pretende homologarla al resto de países europeos, de manera que no haya que calificar una misma cinta en toda la UE, pero además hacer otra categoría además de las «+13» y «+18 años»: «No tiene sentido que se permita abortar a los 16 y haya películas que no se puedan ver con esa edad».