Demagogia callejera

Zapatero necesita capear el temporal provocado en Cataluña por la crisis ferroviaria y llegar rápidamente a puerto. Los estrategas socialistas están convencidos de que el regreso a la normalidad en la red de Cercanías será el bálsamo mágico, aunque acompañado por una generosa utilización del dinero público en clave partidista. Es sorprendente que todavía confíen en las encuestas. El aparato mediático del PSOE repite a diestro y siniestro que Cataluña sigue fiel al voto socialista y que la crisis ferroviaria no hecho mella en las expectativas electorales.

A esto hay que añadir el habitual pesimismo que existe en las filas populares. En lugar de plantear las generales con optimismo y moral de victoria, se encaran con mentalidad de empate. Cataluña es, una vez más, la clave del éxito o la derrota para el PP y el PSOE. Es curioso porque son los dos únicos partidos que no participan, acertadamente, en la manifestación por el Dret a Decidir. Zapatero es un radical que gobierna con el apoyo de radicales. Los que se manifiestan hoy lo hacen desde posiciones soberanistas, aunque coincido totalmente en lo que hace referencia al mal trato que sufre Cataluña en materia de infraestructuras. Lo sucedido con el apagón de julio, el desbarajuste del A VE y las chapuzas en la red de Cercanías, aderezado con la arrogancia de la ministra de Fomento, es un gran escándalo.

ERC coincidirá con CiU en la manifestación. Una parte de la protesta será contra el gobierno catalán. Es la interpretación que hacen los dirigentes de la federación nacionalista. No se entiende por qué acude ERC. Lo que es seguro es que todos, convocantes y participantes, lo hacen contra el Gobierno de Zapatero. Estamos ante una manifestación soberanista. El objetivo, según el número dos de CDC, Felip Puig, es ir contra «esta España que nos insulta y nos menosprecia». Un disparate. No hay que olvidar que hace tiempo que comenzó la precampaña electoral y todo vale, incluso la incoherencia de ERC e ICV, con tal de conseguir votos.