Barcelona
Desarrollan un nuevo método para detectar antibióticos en la leche
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un método de laboratorio para detectar residuos de antibióticos en la leche. El sistema, que puede implementarse en los laboratorios, supera en rapidez y sensibilidad a los métodos actuales: identifica hasta 10 antibióticos distintos en 15 minutos. Su sensibilidad es asimismo extraordinaria: permite detectar cantidades ínfimas de hasta 0,09 nanogramos de antibiótico por mililitro, muy por debajo de las concentraciones máximas permitidas por la UE, que en la actualidad están entre los 100 y los 4 nanogramos por mililitro de leche, en función del antibiótico.
El método, publicado por la revista «Analytical Chemistry »como uno de los trabajos destacados del número, ha sido desarrollado por investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (CSIC), en Barcelona, junto con un investigador de la empresa de instrumental analítico Spark Holland B.V. Para ensayar y validar el sistema, los investigadores han analizado 20 muestras reales de leche. De ellas, 15 contenían al menos un antibiótico de los analizados, pero sólo una muestra presentaba niveles que sobrepasaban los límites legales máximos permitidos. Como explica uno de los autores del estudio, el investigador del CSIC Damiá Barceló, «se trata de un método que agiliza mucho el proceso de detección e identificación inequívoca de antibióticos en muestras de leche de vaca. Resulta idóneo para empresas del sector de la alimentación y laboratorios de control, para localizar la adulteración de la leche recién recogida y que después se va a utilizar para producir derivados lácteos».
Antibióticos en el sector vacuno
El nuevo sistema de detección es específico para betalactímicos, un grupo de antibióticos que incluye hasta seis penicilinas, como la amoxicilina o la cloxacilina, y cuatro cefalosporinas. Los betalactímicos constituyen uno de los grupos de antibióticos más utilizados en el sector vacuno. Se suministran para el tratamiento y la prevención de enfermedades como la mastitis bovina o las neumonías.
En la actualidad existen sistemas tipo kit que permiten controlar in situ si la leche tiene residuos de antibióticos. Son muy útiles como sistema de alerta, pero poco precisos; a veces pueden dar falsos positivos. Por otro lado, los métodos de laboratorio existentes son muy costosos, por lo que pocas instalaciones disponen de ellos. «El sistema desarrollado en este trabajo es más asequible, por lo que es de esperar que más laboratorios puedan implementarlo. Otra de las ventajas del método desarrollado es la reducción en el tiempo de preparación de las muestras», subraya Barceló. La presencia de residuos de antibióticos en la leche es un problema sanitario y económico. Se han documentado casos de reacciones alérgicas debidas a la presencia de antibióticos en la leche. Además, pueden contribuir a la dispersión de bacterias resistentes a los antibióticos usados en medicina humana. Por otro lado, cuando la leche contiene restos de antibióticos, el proceso de fermentación para obtener yogures o quesos se ve seriamente afectado, lo que supone una considerable pérdida económica para las empresas.
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