«El día antes estuve con mi niño y me dijeron que estaba mejor»

MADRID- Mohamed El Huarachi se sentía ayer la persona más desgraciada del mundo. La muerte de su mujer, la joven Dalilah, primera fallecida por gripe A en España, fue un duro golpe, pero la gravedad de su enfermedad podía hacer presagiar lo peor. Lo que no se esperaba era que su hijo Rayán, el prematuro que tanto había costado sacar adelante, fallecería apenas 14 días después. «Ayer por la noche [por el domingo] estuve con él en el hospital, el día anterior también. Los médicos me decían que estaba mejor, que se estaba recuperando», explicó ayer Mohamed a LA RAZÓN. «Me fui pensando que mi hijo evolucionaba bien y esta mañana me han llamado y me lo han dicho. No me lo podía esperar», aseguró el padre. Mohamed también confirmó que llevará el cuerpo del pequeño Rayán a Marruecos, para que sea enterrado junto a su madre en la localidad de Mdiq. Mohamed y la familia de Dalilah ya expresaron su intención de demandar al hospital cuando falleció la joven, pues consideraban que se podía haber cometido una negligencia. Sin embargo, ayer Mohamed no sabía si emprenderá acciones legales por la muerte del pequeño, pues «de momento no pienso en nada». «Después de la muerte de mi mujer sólo hemos intentado saber qué ha pasado y ahora quiero saber también qué ha pasado con mi hijo», concluyó el viudo de Dalilah. Por su parte, Azzis, un tío del pequeño, también declinó pronunciarse sobre las posibles acciones legales que emprenderá la familia y sólo manifestó que «ahora ya no tenemos ganas de nada». La desgracia parece perseguir a esta familia marroquí asentada en España. Además de Dalilah y su bebé, el padre de la joven falleció cinco años atrás en un accidente de trabajo ocurrido en Cataluña.