El PNV gasta un millón en una estatua y despachos para la Diputación de Álava

MADRID- Álava sigue siendo la asignatura pendiente del proyecto del «cambio» que han impulsado los socialistas con el apoyo del PP en Ajuria Enea. La necesidad de trasladar el «cambio» también a la Diputación foral entró en la agenda de las conversaciones informales de Patxi López con Antonio Basagoiti para sellar su acuerdo. El «lendakari» sigue haciendo llegar al PP el mensaje de que está dispuesto a cumplir lo hablado, pero, de momento, no hay fechas ni ninguna decisión adoptada.Mientras, se suman las razones de estricta gestión a las consideraciones políticas que dejan en evidencia la continuidad de los acuerdos provinciales que permiten al PNV controlar la Diputación foral, pese a ser la tercera fuerza en votos, mientras los socialistas capitanean el Ayuntamiento. El Gobierno del tripartito nacionalista PNV-EA-Aralar y que preside Xavier Aguirre tiene muchas vías de agua y carga sobre sus hombros con críticas de la oposición por gastos superfluos, inactividad ante la crisis, arbitrariedad en la concesión de subvenciones, contrataciones arbitrarias, fallos en las políticas sociales...Así, por ejemplo, gastó alrededor de un millón de euros en el arreglo de los despachos de los diputados y en la reforma de la plaza aledaña a la Diputación para colocar una escultura de reconocimiento de los represaliados del franquismo. También ha adjudicado por algo más de 17 millones de euros un «Plan de modernización de la Hacienda foral» a una empresa del sector informático. El problema es que esa adjudicación no incluye el suministro de los programas informáticos, por lo que los 17 millones de euros son sólo para que se les aconseje que tienen que comprar. A mediados del año pasado salió a concurso, por valor de 170.000 euros, la elaboración de un «Plan estratégico» de legislatura, competencia que se presupone que es propia del partido que gobierna.En materia de subvenciones, los nacionalistas revocaron en 2008 una partida de más de 7 millones de euros a distintas entidades locales para la realización de obras y servicios. La justificación fue la tardanza en su ejecución y que con ese fondo iban a dar subvenciones complementarias a obras que estuvieran en condiciones de terminarse antes de diciembre. El nuevo reparto del fondo ha sido una decisión de un gabinete formado por cargos de libre designación. Llegó el pasado mes de diciembre y aún no se había abonado ni un euro de esas obras por su no ejecución, por lo que se ha prorrogado hasta finales de 2009 la posibilidad de que se lleven a término.