Viña del Mar
El Supremo de Honduras dice a Insulza que la salida de Zelaya es irreversible
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegó hoy a Honduras para convencer a las nuevas autoridades del país de volver a la situación anterior al 28 de junio y advertirles de las consecuencias de no hacerlo. El principal efecto puede ser una suspensión de la participación de Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA), que en toda su historia solo ha tomado una vez una decisión semejante, en 1962 y en contra de Cuba, que aún sigue suspendida. Mañana, sábado, tendrá lugar en Washington la segunda parte de una Asamblea General extraordinaria del organismo para tratar de la situación creada con la destitución de Manuel Zelaya como presidente de Honduras y el nombramiento de un nuevo jefe de Estado, el pasado domingo 28. Nada más llegar, en cumplimiento de un mandato emanado de esa Asamblea General, que comenzó su reunión este martes, Insulza se entrevistó durante una hora con el presidente de la Corte Suprema, Jorge Rivera. En dicho encuentro, Rivera le manifestó al secretario general de la OEA que la salida del poder de Manuel Zelaya "es irreversible", según dijo una fuente judicial a Efe. Insulza también se entrevistará con diputados y representantes de sectores sindicales y de la sociedad civil, de acuerdo con fuentes diplomáticas, pero no tiene previsto ver al nuevo presidente, Roberto Micheletti, antes titular del Congreso y militante del Partido Liberal, el mismo al que pertenece Zelaya. Micheletti está completamente aislado internacionalmente, pero es respaldado por los poderes judicial y legislativo, por las Fuerzas Armadas y un sector de la población que hoy se manifestó, con él a la cabeza, en contra del regreso de Zelaya y para reiterar su posición de que no ha habido un golpe de Estado en Honduras. En un país polarizado como lo está Honduras, los simpatizantes de Zelaya reunieron hoy una cantidad similar de manifestantes, en coincidencia con la llegada del titular del organismo interamericano. Según dijo ayer Insulza desde Guayana, el propósito de su viaje es que quienes ejercen el poder desde el domingo "cambien lo que han estado haciendo ahora y encuentren maneras de retomar la normalidad". En una resolución emitida a primeras horas del miércoles, la OEA dio un plazo de 72 horas al Gobierno de Micheletti para que el país recupere la institucionalidad democrática y el Estado de derecho, y Zelaya recupere el poder del que fue privado el 28 de junio. Hoy el nuevo Gobierno dijo que "no es negociable"una vuelta de Zelaya al poder y reiteró que si regresa al país será detenido, pues hay una orden de captura por delitos relacionados con la convocatoria de una consulta popular que había sido declarada ilegal por los otros poderes del Estado. El nuevo canciller, Enrique Ortez, afirmó hoy que la presencia de Insulza en Tegucigalpa es un reconocimiento del Gobierno de Micheletti. "El mundo sabe que (Insulza) está en Honduras y protegido por el gobierno de Roberto Micheletti", subrayó. "La presencia en derecho internacional es como cuando usted manda a un embajador a China continental; que, si reciben al embajador, ese acto en derecho internacional implica reconocimiento", agregó. Ortez reiteró que el nuevo Gobierno no negociará el regreso de Zelaya al poder, del que fue expulsado el domingo por los militares y que permanece en el exterior desde entonces. "Nosotros no negociamos la soberanía popular", dijo. Zelaya, que hoy partió de El Salvador con rumbo desconocido, se propone regresar a Honduras una vez que concluya el plazo dado por la OEA a Micheletti y su Gobierno, pero en fecha sin determinar. El secretario privado de Zelaya, Eduardo Enrique Reina, afirmó por teléfono desde "un lugar seguro"que el depuesto presidente volverá a Honduras independientemente del resultado de la visita de Insulza. "Está decidido a venir, eso no varía", indicó Reina a Efe sobre su jefe, el cual mencionó el sábado como fecha para el regreso. El mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, reveló, por su parte, que habló con Zelaya y éste le dijo que está decidido a regresar a Honduras "a más tardar el domingo", después de conocer el resultado de la reunión de la OEA. Ortega también dijo que hoy conversó telefónicamente con el secretario general de la OEA, cuando éste estaba camino de Tegucigalpa. "Le dije: José Miguel, nosotros tenemos la confianza y esperamos que allí (en Honduras) no se va a abrir ninguna negociación y que tu misión (tal como lo estableció la OEA) es ir a defender el restablecimiento del orden institucional con la restitución de Zelaya al frente de la República de Honduras", señaló Ortega. Cientos de sindicalistas nicaragüenses partieron hoy de Managua a los puestos fronterizos El Guasaule, Las Manos y El Espino, donde permanecerán hasta el próximo domingo, para manifestarse a favor del depuesto presidente hondureño. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que América Latina, para defender su democracia, no debe claudicar en su exigencia para que retorne al poder el depuesto presidente. "Si queremos vivir en democracia tenemos que ser inclaudicables en exigir el retorno de Zelaya al poder", dijo Correa, quien opinó que el "atentado contra la democracia"perpetrado en Honduras "tiene las horas contadas". Correa, que desde hace días ha manifestado su intención de acompañar a Zelaya en su regreso, indicó hoy que estará donde le necesiten, pero que le ha pedido al presidente depuesto que reflexione. "No sé si le haría bien que lo acompañe, ya que se me consideran como uno de los radicales del ALBA", apuntó. Además, los ministros de Hacienda de América y los responsables de los organismos financieros multilaterales reunidos hoy en Viña del Mar (Chile) dieron un respaldo "total y absoluto"a Zelaya y manifestaron la importancia de preservar las instituciones democráticas de Honduras. Zelaya, que asumió el poder en enero de 2006 y debía entregarlo en enero de 2010, ganó las elecciones de 2005 como candidato de un partido de centro-derecha, pero al cabo de un año de Gobierno dio un giro a la izquierda y se acercó al modelo del presidente Hugo Chávez en Venezuela. En 2008 decidió que Honduras se incorporase a la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), lo que le granjeó numerosas críticas en su país.
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