«En los chinos no sirven muertos»

Ha peinado el mundo recogiendo historias que la gente da por ciertas por disparatadas que puedan sonar, en «Leyendas Urbanas» (Aguilar) están todas, de las ratas en la comida rápida a la escalofriante «chica de la curva». -¿Qué es una leyenda urbana? -Es una historia inventada que tienen ciertos visos de realidad y surge, casi siempre, con el fin de alarmar a la población. ¿Sobre qué pretenden infundirnos miedo? -Muchas de ellas son racistas. Nos alertan contra lo que algunos consideran un peligro, porque siempre asusta lo desconocido, como viajar al extranjero y que te extraigan los órganos. O también contra los inmigrantes, como la de la llamada «pandilla sangre», un rito de iniciación de una banda latina que circula en un coche sin luces y cuando un conductor les advierte de esa circunstancia dando las largas se detienen y le asesinan. -¿Y qué me dice de la mermelada, el perro, la niña y Ricky Martin? Todo el mundo juraba haber visto aquel programa. -La misma leyenda urbana se repite con otros artistas y programas. En México pasó con Luis Miguel. Aquella vez se comprobó lo rápido que funciona el boca a boca, pero ahora nos parece que al día siguiente ya se hablaba del tema y realmente transcurrió más tiempo. Entonces no había internet. Ahora llueven los emails en cadena con historias de niños enfermos o maldiciones para que se reenvíen a los contactos y luego mandarles publicidad. Pero aquello del perro y la niña está en la memoria colectiva. -¿Qué hay que hacer para que la historia triunfe? - Darle un toque de veracidad. Un sello de la Policía, o la firma de un responsable de un Ministerio de algún país ayuda mucho. -¿Los famosos son objetivo primordial? Incluso algún medio publicó que Mick Jagger se dejaba picar por abejas en el pene para aumentar su tamaño -De Michael Jackson hay cientos de historias. Y en España todos hemos oído alguna de Ana Obregón, Estopa o Melendi, al que dejaban salir de la cárcel sólo para actuar en los conciertos. Ja, ja. -Algunas historias dan miedo¿ -La más extendida es la de Verónica, una joven que muere tras hacer «ouija» y si pronuncias su nombre tres veces frente al espejo a medianoche podrás ver cómo morirás. -Con los sitios de comida rápida o los chinos hay unas cuantas¿ -Son invenciones de la competencia, hablan de que la carne procede de unos animales transgénicos sin cabeza ni patas, que nos comemos gatos o personas para suplantar la identidad. Pero en el caso de los chinos, lo que ocurre es que muchos regresan a morir a su país o les incineran si fallecen aquí. -¿Hay profesionales de los bulos? -El periodista americano Joey Skaggslas lanza y luego estudia su trascendencia. Dijo que los coreanos compraban perros abandonados en EE UU para comérselos o que había un banco de esperma de famosos. Muchos medios cayeron en la trampa y se armó gran revuelo.