El Cairo
Escasa respuesta al día de la furia
El «Día de la Ira» contra Israel, decretado ayer por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) tras la muerte de uno de sus líderes más radicales, Nizar Rayan, en un ataque israelí en Gaza, no ha encontrado la respuesta masiva que esperaban los dirigentes islamistas.
El movimiento terrorista llamó a todos los palestinos a atacar por cualquier medio al Estado hebreo y a la comunidad musulmana internacional a manifestarse contra el asedio israelí sobre Gaza, después de la oración del viernes, el día sagrado en el Islam. Curiosamente, las protestas más numerosas y violentas no ocurrieron en los países árabes vecinos sino en Turquía, Irán, Afganistán, India y Yakarta.
En los estados «moderados» la mayoría de los manifestantes eran simpatizantes del grupo de los Hermanos Musulmanes en Egipto, Jordania y Siria. Incluso en Cisjordania, sólo unos cientos de radicales palestinos salieron a las calles de Ramala y de Jerusalén Este, a condenar los ataques de Israel contra la franja de Gaza. ¿Qué le está ocurriendo a la sociedad civil árabe? ¿Por qué no ha habido una fuerte condena del mundo árabe contra Israel? Quizás las respuestas a estas preguntas abran una nueva vía para reactivar el proceso de paz en Oriente Medio.
Ayer se cumplió una semana de la ofensiva «Plomo Fundido» y continuaron los bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, así como el lanzamiento de cohetes sobre las localidades del sur de Israel. Hasta ahora hay más de 420 muertos en Gaza –en su mayoría terroristas miembros de Hamas–, cuatro israelíes, y los heridos suman ya 2.200, también terroristas en su mayor parte.
Las fuerzas aéreas israelíes lanzaron ayer más de treinta ataques contra posiciones terroristas, y en uno de los bombardeos murieron tres niños palestinos de entre ocho y doce años que jugaban en una calle en la población de Jan Yunis, en el sur. Por su parte, los terroristas palestinos dispararon siete cohetes contra el sur de Israel, cuatro de los cuales cayeron en Ashkelon, y los otros tres en la región de Neguev. En Ashkelon, uno de los proyectiles impactó contra una vivienda y dos mujeres resultaron heridas leves, según el periódico israelí «Yediot Aharonot».
La situación humanitaria en Gaza empeora cada día, debido a las dificultades para la entrada de ayuda. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, la situación es «traumática» ya que la población carece de lo mínimo esencial.
Los tambores de guerra suenan cada vez más cerca de la frontera y parece inevitable la operación terrestre. Ayer, el Gobierno de Tel Aviv facilitó la salida de unos 443 extranjeros que viven en la franja de Gaza. Un dato que confirma la disposición israelí a intensificar la ofensiva sobre el territorio palestino.
El Gobierno de Ehud Olmert continúa firme en su decisión de acabar con el lanzamiento de cohetes de Hamas contra el sur del país. El alto el fuego que demandan países como Francia o Alemania no parece cerca.
Aun así, la maquinaria diplomática internacional funciona a rendimiento completo. Diplomáticos y dirigentes turcos, egipcios, estadounidenses, europeos, jordanos y saudíes siguen trabajando para intentar alcanzar una tregua en la zona.
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