España necesita infraestructuras para luchar contra el cáncer

La investigación oncológica en España pasa por un «buen momento» aunque todavía se pueden introducir muchos elementos de mejora, según el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), José Baselga, que para ello ha insistido en la necesidad de realizar una mayor inversión y ampliar las infraestructuras actuales en materia de investigación clínica traslacional.Además, durante el acto de entrega de la Beca Roche 75 Aniversario, dotada con 75.000 euros, para la financiación de estudios de Investigación Traslacional en el ámbito de la oncología médica, Baselga aseguró que la situación en España ha mejorado muchísimo en los últimos años gracias, en parte, a muchas iniciativas promovidas por el Instituto de Salud Carlos III. Por su parte, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, que ejerció de presidente simbólico en la entrega de la beca, apuntó que «la investigación se encuentra estrechamente ligada a la posibilidad de empleo y crecimiento económico».En materia de iniciativas y proyectos para la investigación para acabar con el cáncer, España goza de «buena salud». Prueba de ello ha sido la gran afluencia de trabajos de gran calidad que han competido por la beca del laboratorio, «hecho que ha dificultado la decisión final del jurado que tengo el honor de haber presidido», apunta Baselga. ¿Más o menos quimioterapia?Según explica el oncólogo del Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), Luis Paz-Ares, coordinador del trabajo becado por Roche, uno de los problemas que había en el pasado en los hospitales era que, para desarrollar la investigación traslacional, «había un problema básico de infraestructuras, ya que sólo se disponía de pequeños laboratorios que no contaban con la tecnología adecuada. Además, la masa de investigadores básicos con formación y experiencia en hospitales era mínima». Bajo el título «Firma genética y perfiles de expresión de microRNAs en carcinoma no microcítico de pulmón: correlación con la histología y predicción pronóstica en pacientes operables», el equipo de Paz Ares, que contará con la colaboración en el proyecto de los hospitales madrileños Doce de Octubre y La Paz, intentará hallar las marcas genéticas que permitirán reducir el nivel de quimioterapia, «ya que hasta en un 40 por ciento no sería necesario pasar por ello. Hoy en día tendemos a dar este tratamiento para evitar el riesgo de recaídas, que es de un 60 por ciento, pero debemos saber quienes tienen más de un 90 por ciento y quién menos de un 10 por ciento de posibilidades de recidiva para actuar en consecuencia». En tres años, se esperan tener los resultados finales del proyecto.