Griñán admite que Tovar «metió la pata y se equivocó» en Los Gordales

SEVILLA- El Parlamento autonómico sirvió ayer de escenario para las contradicciones internas del Gobierno andaluz, con su presidente, José Antonio Griñán, como actor protagonista y con la conflictiva adquisición de los terrenos de Los Gordales para la Ciudad de la Justicia como argumento principal. Queda fuera de escena, definitivamente, la delegada de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar. En respuesta al presidente del Partido Popular de Andalucía, Javier Arenas, durante la sesión de control al Gobierno autonómico, Griñán no dudó en escudarse tras su delegada en la provincia y sus «errores» para zanjar la polémica abierta sobre la inclusión del suelo de Los Gordales como «pago en especies» de la deuda histórica a la comunidad autónoma.El presidente andaluz fue incluso más explícito que la Consejería de Economía y Hacienda la semana pasada, y reconoció abiertamente que Carmen Tovar «metió la pata y se equivocó» al negar que la parcela –propiedad de la Administración General del Estado– vaya a incluirse en el abono de la deuda histórica. Según afirmó el pasado viernes la delegada provincial de la Junta, la propia Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Autonomía invalidaría la operación porque este suelo no se prevé para vivienda, educación y sanidad. Griñán contrarrestó este argumento retando a Arenas a presentar el texto del Senado donde el Gobierno central le dijo que iba a pagar en especie la deuda histórica.Después, y en respuesta a otra pregunta del parlamentario y portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, aclaró que los terrenos «tienen una valoración económica y son traducibles perfectamente a euros».Así las cosas, Espadas aclaró que en ningún caso se descarta la posibilidad de que la zona de Los Gordales forme parte del abono de la deuda histórica que el Estado mantiene con Andalucía.Ventajas e inconvenientesEl consejero intentó garantizar que el Gobierno autonómico aceptará «aquello que sea bueno para los intereses de los andaluces», pero no convenció al PP. La oposición insiste en que, durante los gobiernos de José María Aznar, había predisposición estatal para ceder Los Gordales, mientras que ahora todo indica que habrá que restar su valor estimado a los 780 millones de euros que todavía quedan por cobrar procedentes de la deuda histórica.Zoido exigió a Griñán que «no venda a los sevillanos», acusando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de intentar «especular» con este suelo mientras paraliza «un proyecto muy importante para la ciudad».