Hillary contra la «epidemia de la crisis inmobiliaria»

Washington- Históricamente los votantes estadounidenses han castigado al gobierno que tenga la mala suerte de presidir durante una recesión, como le ocurrió al primer George H. W. Bush que sería derrotado por Bill Clinton en 1992. Por eso los candidatos demócratas no han dejado pasar la oportunidad de presentar sus propuestas para elevar la confianza de los estadounidenses en el terreno económico.

Hillary Clinton presentó ayer mismo un plan en el que urge al Congreso a movilizarse para contener la «epidemia» de la crisis inmobiliaria. «Voy a hacer todo lo que pueda para promover la mejor forma de estimular la economía», dijo la senadora horas antes desde Nevada, un estado que lleva once meses seguidos batiendo el récord nacional de ejecuciones hipotecarias. Clinton propone un paquete de emergencia de 70.000 millones de dólares, así como un posible recorte fiscal destinado a las familias con bajos ingresos que no pueden pagar su hipoteca, además de la creación de puestos de trabajo en los sectores de la energía y el medio ambiente.

El plan pondría en marcha ayudas de emergencia para la crisis de vivienda de 30.000 millones de dólares en los estados más afectados por la crisis y estaría destinado a las familias de menores ingresos que sean incapaces de afrontar pagos hipotecarios.

Otros 25.000 millones de dólares irían destinados al pago de recibos de calefacción y 10.000 millones más para el pago de subsidios de desempleo y en la promoción de programas para encontrar trabajo.

Por su parte, el otro favorito en la carrera demócrata por la Casa Blanca, Barack Obama, anunció que tiene también un plan económico centrado en los recortes de impuestos para la clase baja y media y ha hablado extensamente de la crisis hipotecaria en sus mítines. Pero su retórica económica se acerca más a la John Edwards, el candidato más populista de la campaña y tienen un problema de credibilidad en finanzas por su escasa experiencia en gestión.