Caso Faisán
La Audiencia Nacional indica que KAS y EKIN constituyen «las entrañas» y «el corazón de ETA»
El tribunal de la Audiencia Nacional que ha condenado a 47 responsables de organizaciones del entorno de ETA asegura que las que configuraban el «frente» político y de masas -KAS, EKIN y XAKI- eran parte de las «entrañas» de ETA, mientras que otras como la Fundación Joxemi Zumalabe colaboraban con la banda en impulsar la «desobediencia civil».
Así lo ha indicado hoy la presidenta del tribunal Angela Murillo al hacer lectura, en una vista pública celebrada en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo en el que se juzgaron estos hechos, de los fundamentos principales de la sentencia por la que ha condenado a 47 de los 52 acusados a una pena total de más de 500 años de cárcel.
Antes de notificarse la sentencia, el tribunal ordenó el pasado 30 de noviembre la detención de 46 condenados, de los que 35 ingresaron en prisión y tres - Miguel Angel Zuluaga, Inmaculada Berriozabal y Nekane Txapartegi- permanecen huidos.
Además de las penas de prisión, el tribunal también ha declarado la ilicitud de las organizaciones del entramado de ETA como KAS, EKIN y XAKI y el decomiso de sus bienes y ha deducido testimonio a los abogados Jone Goiricelaia y José María Elosúa por imputar delitos graves a funcionarios públicos durante el juicio. Según Angela Murillo, en la sentencia ha quedado demostrado que la Kordinadora Abertzale Sozialista (KAS) «era parte de las entrañas de ETA, conformando la dirección de uno más de sus frentes, junto al armado y el político, llamado por la misma organización terrorista ‘frente de masas' y ‘frente mediático'».
Para ETA este «frente» era de «vital importancia» a la hora de actuar en conjunción con la lucha armada dentro del proceso que la banda terrorista denomina «acumulación de fuerzas», tal y como consta en la documentación que le fue intervenida en Bidart en 1993 al etarra José María Dorronsoro.
Así, según el resumen de la sentencia leído por la magistrada, EKIN, que sucedió a KAS cuando sus actividades fueron declaradas ilícitas en 1998 por el juez Baltasar Garzón, era el «disfraz» que utilizó la coordinadora para ocultarse bajo el manto de una aparente legalidad, de modo que, «ya no responde a las siglas de KAS, y asunto resuelto».
«Por lo tanto EKIN, en igual medida que la coordinadora abertzale, integra una parte esencial de la organización terrorista ETA, no siendo simplemente una organización que le preste su apoyo, que esté en su entorno, esté en su corazón, exactamente igual que KAS», destaca Murillo.
En cuanto a XAKI, el tribunal sostiene que «no es ni más, ni menos, que el aparato de relaciones internacionales» de ETA que desempeñaba sus funciones en París, Bruselas y América Latina a través de «miembros de la ilegalizada formación política Herri Batasuna-Euskal Herritarrok».
Por su parte, la Fundación Joxemi Xumalabe «colaboró decisivamente» con la organización terrorista, ya que, la campaña de desobediencia civil que desarrollaba era «complementaria a la ejercida por el brazo armado, por el frente de masas y por el frente mediático·.
La Fundación impulsó esa desobediencia, entre cuyas acciones destacaba la puesta en circulación del DNI vasco, al plantearse «por qué no volverles locos con las acciones desobedientes, para que no pudiéndonos hacer nada, les rompamos en los morros su propia legalidad».
Así se desprende del documento llamado «Pitzu Euskal Herria» (Encender Euskal Herria), elaborado por el acusado Miguel Angel Zuloaga, «Mikelon», y que fue incautado a la cúpula de ETA después de que el propio Zuloaga se lo hiciera llegar, lo que demuestra, según el tribunal que, aunque la Fundación «no formaba parte de ETA», colaboró con la banda en el impulso de la desobediencia civil.
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