Barcelona

La Generalitat prepara un trasvase encubierto a través de una desaladora

El titular de Agricultura afirma que «Murcia siempre apoyó el trasvase desde el Ebro para zonas necesitadas».

La Generalitat prepara un trasvase encubierto a través de una desaladora
La Generalitat prepara un trasvase encubierto a través de una desaladoralarazon

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, afirmó ayer que la futura desalinizadora de Tarragona, que estará conectada a la cuenca del Ebro, «es una excusa» para trasvasar agua del Ebro a Barcelona «sin que se note». El titular de Agricultura y Agua aseguró, ante las noticias publicadas ayer en los medios de comunicación sobre la futura planta desalinizadora de Cunit (Tarragona), que contempla la construcción de conducciones que unirán la cuenca del Ebro con el sistema Ter-Llobregat, que se trata de «un trasvase en la sombra» para llevar agua a la capital catalana y a su área metropolitana. Según Cerdá, «Murcia siempre ha apoyado este trasvase desde el Ebro para las zonas que lo necesitan, como sucedió el pasado año cuando se aprobó este acueducto para garantizar el abastecimiento a Barcelona, pero pedimos que nuestras necesidades sean cubiertas con medidas similares». «Lo que es bueno para unos tiene que serlo también para los demás», apostilló el consejero. El responsable de Agua destacó que «los murcianos hemos demostrado siempre solidaridad con otras regiones», pero reclamó «una actitud recíproca» para garantizar el agua a las zonas de Valencia, Murcia y Almería, que «están en alerta permanente» ante la escasez de recursos propios de los que disponen. «Necesitamos de aportaciones externas para garantizar la supervivencia de la agricultura murciana», reiteró el consejero murciano, quien aseveró que «la mal llamada desalinizadora es en definitiva un trasvase encubierto» que demuestra que «hay agua, pero no voluntad para repartirla». Cerdá recordó que el Ebro «es el río más caudaloso y regular de España» y explicó que a día de hoy está arrojando al mar 465 metros cúbicos por segundo, «una cantidad más que suficiente que resolvería en diez días el déficit de agua en la Región». Cerdá aseguró que «no se puede malgastar el dinero para encubrir un trasvase que ya estaba proyectado», y recordó que «cuando hay agua superficial de calidad no tiene sentido que se construyan desaladoras para convertir el agua salada en dulce».