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La mala salud financiera de British siembra de dudas la fusión con Iberia

La Razón
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MADRID- La junta general de accionistas de British Airways no hizo ayer sino añadir más sombras sobre el proceso de fusión con Iberia, cuyo anuncio cumplirá el próximo día 29 un año, el tiempo que se habían dado ambas aerolíneas para cerrar los términos y las condiciones del acuerdo. A la crisis económica se ha sumado la que vive el sector de la aviación comercial y a ésta, la difícil situación económico-financiera de la compañía británica. Su presidente, Martin Broughton, sigue confiando en que el proceso es posible, aunque se ha lamentado del lento desarrollo de los últimos meses.Fondo de pensionesBuena parte del pesimismo que preside el proceso la tienen los números de British, que el pasado año perdió 406 millones de euros, cuando en el ejercicio anterior había ganado 824 millones. Broughton admitió que la liquidez de la compañía está por debajo del mínimo deseado y la situación del fondo de pensiones es cuando menos difícil.Precisamente el fondo de pensiones es unos de los principales obstáculos a los que se ha enfrentado en este último año el proceso de fusión. El presidente de BA admitió su «enorme déficit» tras el desplome de los mercados bursátiles y la caída de los tipos de interés y aseguró que en las actuales circunstancias de la compañía no es posible incrementar la contribución. «El consejo de administración deberá revisar el plan después de completar una nueva valoración en otoño». En septiembre, el déficit ascendía a 2.028 millones de euros, cifra que se ha agravado en 1.400 millones de euros. Eliminar el déficit parece hoy imposible para una compañía que ha vuelto a conocer los números rojos tras llegar a ser durante años la aerolínea más rentable del mundo.El consejero delegado de British Airways Willie Walsh, aseguró en su intervención que no aceptará tener un peso inferior al 53% en la nueva compañía que nazca de la fusión. Cuando hace un año Walsh y Fernando Conte anunciaron la fusión, British confiaba en tener más del 60% de la compañía resultante.Walsh ha manifestado su deseo de retomar con el nuevo presidente de Iberia, Antonio Vázquez, y el consejero delegado, Rafael Sánchez-Lozano, las negociaciones para impulsar un proceso que ha entrado en punto muerto.British está confiado en que la crisis no durará eternamente, aunque los accionistas, de momento, no percibirán dividendo por las pérdidas del ejercicio.