Política Cultural
La UNED adjudicó a una empresa de limpieza y mudanzas su librería virtual
El sector editorial especializado en textos universitarios, especialmente el dedicado a la venta y distribución de libros de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), está indignado. Y no sólo eso, está atónito por las decisiones adoptadas por el rector de la UNED, Juan Gimeno Ullastres, en los dos últimos años. Una de las que han causado más estupor ha sido precisamente la adjudicación en 2007, mediante concurso público, de la Librería Virtual para la venta de libros con carácter preferencial desde la página web de la UNED.
La adjudicataria fue DBM Logistics & Mail Services, S.L., una empresa sin experiencia y sin conocimientos sobre la distribución de libros cuyo objeto social es «la prestación de servicios de limpieza de interiores y exteriores» y «servicios de mudanzas», entre otras ocupaciones ajenas al mundo del libro, que competía con empresas reconocidas y con una larga trayectoria en el mundo del texto universitario como Sanz y Torres, Fundación Ramón J. Sender, Centro Asociado Uned de Barbastro, Centro Editorial Ramón Areces y otras con menos experiencia como Telefónica Soluciones o Planet. La propia vicerrectora, Blanca Azcárate, reconoció en el Consejo de Gobierno de la Universidad del 24 de abril de ese año, cuando fue interpelada por la empresa adjudicataria, que era «una empresa sin experiencia en el negocio editorial, pero joven y con ilusión en el proyecto».
La adjudicación creó un enorme malestar en el sector editorial y de la distribución, que estuvo a punto de denunciar a la UNED al entender que era la empresa menos competitiva de todas, que tenía informes comerciales de solvencia dudosa y que ofrecía a la UNED el canon más bajo por la venta de libros. De hecho se pensó que detrás de la operación había oscuros intereses, según declararon fuentes del sector. Lo llamativo del caso es que, al año de la adjudicación de la librería virtual, DBM ya tenía deudas con la UNED. En 2008, la universidad decidió aplazarlas para evitar la quiebra de la empresa. Hasta el 18 de mayo pasado, DBM debía a la editorial de la universidad 208.283,26 euros en libros y se desconoce si ha pagado el canon estipulado a la universidad por la adjudicación, que asciende, como mínimo, a 250.000 euros. A todo esto hay que sumar más deudas con otras editoriales por valor de más de 320.000 euros.
La empresa figura también en la lista bancaria de morosos (Asnef) por sus impagos a bancos por valor de 305.673 euros. Otras deudas se encuentran en trámite judicial. La última iniciativa del rector también ha levantado ampollas. Ha obligado a todas las editoriales del sector a que suscriban un contrato de coedición con la universidad a distancia de los libros de texto. El rector quería que las editoriales pagaran a la librería virtual que gestiona la empresa privada DBM el 45 por ciento del precio de venta al público de los libros, en una iniciativa inédita que un organismo público negocia para una empresa privada.
Finalmente, y tras múltiples reuniones, el rector acabó accediendo a rebajar este «impuesto revolucionario» al 30 por ciento. Algunos abogados expertos han concluido sobre esta circunstancia que «estos contratos conculcan el derecho de libertad de cátedra y la libertad de mercado». Deterioro de la imagen El rector de la universidad da distancia, Juan Gimeno, manifestó a LA RAZÓN sobre este último aspecto que «el objetivo prioritario de estos acuerdos con las editoriales ha sido garantizar un mejor servicio a sus estudiantes», ya que «los excesos de un reducido grupo de pequeñas editoriales, cuyos clientes casi exclusivos han sido los estudiantes de la UNED, venían causando un deterioro del servicio público del que se habían apropiado por la vía de los hechos».
Asimismo, añadió que «los intereses de este pequeño grupo no pueden prevalecer frente a los de nuestros 200.000 estudiantes, ni podemos admitir el deterioro que, con su comportamiento, han provocado en los últimos años para la imagen de la UNED y de su profesorado». El rector ha puntualizado que el contrato de coedición para las editoriales que quieran editar libros de texto adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior establece porcentajes de distribución «habituales en el sector y consensuados con cada editorial según sus circunstancias». Gimeno añadió sobre la empresa adjudicataria de la librería virtual que «nunca recibió queja sobre la adjudicación transparente» del servicio. Asimismo, precisó que, pese al contexto general de crisis, «tiene un fondo de maniobra positivo y recursos para cubrir las obligaciones económicas».
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