Lopera continúa sin dar la cara

Mientras el beticismo aún llora la tragedia deportiva que supone el descenso a Segunda nueve años después, el club continúa inmerso en su política de desinformación. Incluso de falta de respeto a su mayor activo: una hinchada harta de la anquilosada gestión de Ruiz de Lopera. El mandamás, en paradero desconocido desde hace meses, y que pese a las dolorosas circunstancias no ha sido capaz de asumir la responsibilidad de sus actos. Ni él ni su «presidente particular», José León, también mudo y desaparecido como su patrón desde que la debacle incendió las gradas del estadio de Heliópolis. La violencia, no obstante, ha dado paso a la cordura. Ayer, las plataformas opositoras más relevantes, «Por Nuestro Betis» y «Béticos por el Villamarín», iniciaron sus movilizaciones. La primera convocó a más de 500 seguidores bajo el lema «Ni un dia más», mientras que la segunda oficializó, aunque sin dar cifras, una propuesta formal por el paquete mayoritario de acciones de Lopera, quien sí se mueve entre bastidores: ha llamado el entrenador José María Nogués y al director deportivo Manuel Momparlet.

ANÁLISIS: La plantilla del Betis tiene más culpa que Lopera del descenso
- ¿El descenso del Real Betis es culpa de Manuel Ruiz de Lopera?
–No. Es el máximo accionista, pero no el último responsable de la situación deportiva. En su debe: el no dar la cara, el no estar con el equipo y el tener un hombre de paja, Pepe León, como presidente portavoz. El Betis se gastó dinero, fichó a Sergio García, Oliveira, M. Aurelio y Emaná, entre otros. Chaparro y Nogués no han sabido sacar rendimiento a una buena plantilla, y de ahí la condena.
 - ¿Abel se merece otra oportunidad?
–Con su llegada, el Atlético reaccionó, pese al borrón de la «Champions», y el cuarto puesto, superando al Villarreal y al Valencia, es meritorio. Con él, Forlán, al que dio libertad, ha logrado ser Bota de Oro. Debe continuar, y los dirigentes tienen que hacerle un equipo de futuro y de garantías.
- ¿Meritoria salvación la del Sporting?
–Es increíble que un equipo que ha encajado 79 goles y ha perdido 23 partidos se mantenga. Mérito para Preciado, que con una plantilla de bajo coste ha conseguido la permanencia. Del Getafe y de Osasuna se esperaba más al comienzo de curso.