Berlín

Los grandes de la UE apoyan la reelección de Durao Barroso

Merkel, los populares europeos y hasta Zapatero le respaldan

Merkel sonríe durante su comparecencia de ayer con Barroso en Berlín
Merkel sonríe durante su comparecencia de ayer con Barroso en Berlínlarazon

El presidente de la Comisión Europea (CE), el portugués José Manuel Durao Barroso, anunció ayer oficialmente su candidatura a continuar en el cargo durante cinco años más, apenas dos días después de la victoria de los conservadores en las elecciones europeas. Barroso recibió ayer mismo el apoyo público de la canciller alemana, Angela Merkel, con quien se entrevistó en Berlín, y del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, al que recibió en Bruselas y que ostentará la Presidencia de turno a partir del próximo 1 de julio.
Su confirmación como futuro presidente requiere, primero, el acuerdo unánime de los veintisiete jefes de Estado o Gobierno de la UE y, después, el voto favorable del Parlamento Europeo recién constituido, donde el centro derecha es mayoritario.
El ex primer ministro portugués tiene en estos momentos garantizado el apoyo, con distinto grado de entusiasmo, de los trece jefes de Gobierno del Partido Popular Europeo (PPE) que se sientan en el Consejo, así como de tres socialistas, entre ellos el español José Luis Rodríguez Zapatero, y varios liberales. Pero el primer obstáculo que tendrá que superar Barroso la semana próxima, cuando se reúnan los veintisiete líderes, será la sugerencia del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que se retrase la confirmación de Barroso hasta después del segundo referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa, previsto para el otoño, pero sin fecha fijada.
Con el tratado actual –el de Niza– la nueva Comisión debería reducir su número de miembros, mientras que si Irlanda ratifica el nuevo texto, todo indica que se mantendría el tamaño actual, es decir, un comisario por Estado miembro (27). Con esa incógnita planeando, confirmar ya a Barroso equivaldría a garantizar a Portugal que conservará un miembro en la nueva Comisión, lo que no todos los países socios parecen dispuestos a aceptar sin conocer cuál de ellos se quedará sin comisario o a quién irá cada cartera.