La Paz
Morales pide a la ONU que despenalice la hoja de coca
El presidente de Bolivia, Evo Morales, partirá hoy a Viena para pedir personalmente ante la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas la despenalización de la hoja de coca y defender sus usos tradicionales como parte de la identidad cultural andina. Morales viajará esta noche hacia la capital austríaca para participar por primera vez en la sesión plenaria de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, que comenzará el miércoles 11 de marzo. Allí, el presidente boliviano y todavía máximo dirigente de los productores de coca de su país defenderá el consumo tradicional de la considerada como "hoja sagrada y milenaria"en el mundo indígena andino. "Es imposible terminar con el uso tradicional de la hoja de coca", aseveró hoy Morales en La Paz en una conferencia de prensa con medios internacionales, donde advirtió además que la petición de la ONU para abolir el mascado de coca "es una agresión al movimiento indígena y una provocación"para su cultura. Además de viajar a Viena, el presidente de Bolivia anunció que enviará una carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para explicarle por qué es importante que la hoja de coca se retire de la lista de estupefacientes de la ONU. Bolivia es uno de los principales países productores de coca, la hoja que sirve de base para elaborar la cocaína pero que en el mundo indígena andino tiene antiguos usos y se consume mediante su mascado con fines medicinales y nutritivos. La hoja también se emplea para la elaboración y comercialización de mates (infusiones), que se consumen habitualmente en Bolivia, e incluso para licores y productos de repostería. La nueva Constitución de Bolivia, aprobada en referendo el pasado 25 de enero, reconoce a la hoja de coca como "patrimonio cultural"del Estado y "factor de cohesión social", en un artículo que dice que "en su estado natural no es estupefaciente". En 1961, en una convención de Naciones Unidas se penalizó la hoja de coca y se instó a acabar con su uso tradicional en un plazo de 25 años. En 2007, según recordó hoy Morales, la Junta de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE, órgano de la ONU) exhortó a los gobiernos de Bolivia y Perú a que adoptasen "sin demora"medidas para abolir los usos de la hoja de coca contrarios a la convención de 1961, incluida la práctica de mascarla. Acompañado de los líderes cocaleros de las principales zonas productoras de Bolivia (Los Yungas y el Trópico de Cochabamba), Morales destacó que la ONU "se equivoca"al penalizar el consumo tradicional de la coca y confió en obtener respaldo suficiente para cambiar este criterio. "No somos de la cultura de la cocaína, pero sí somos de la cultura de la hoja de coca", destacó Morales quien defendió que su Gobierno trabaja en "racionalizar"los cultivos de coca en Bolivia y en un plan para industrializar sus derivados con fines nutritivos, medicinales y "benéficos", según el mandatario. "No va a haber libre cultivo de coca pero tampoco va a haber cero coca", indicó el presidente boliviano, quien dijo tener suficientes argumentos científicos, culturales, económicos y políticos para defender este producto. La ley antidroga de Bolivia permite un máximo de 12.000 hectáreas de cultivo entre La Paz y Cochabamba, pero actualmente las plantaciones alcanzan las 28.900, pese a que cada año se destruyen un mínimo de 5.000. El Gobierno de Morales quiere cambiar la ley antidroga para elevar a 20.000 las hectáreas permitidas legalmente en el país y erradicar el resto, unas 8.900. En los últimos meses, el aumento de los cultivos de coca en varias regiones de Bolivia ha provocado que el precio de la hoja legal, la dedicada a usos tradicionales, cayera casi en un 50 por ciento, según fuentes del sector. Actualmente, el paquete de 50 libras de coca tiene un precio de 90 dólares frente a los 183 de diciembre pasado. La defensa de la hoja de coca ha sido una de las banderas de la gestión de Morales que ya ha reclamado sin éxito su despenalización ante diferentes organismos de la ONU.
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