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Cuba

Obama apoya la guerra al «narco»

Calderón pide a su homólogo de EE UU que reflexione sobre la utilidad de mantener el embargo a Cuba.

Obama y Calderón pasan revista a las tropas antes de su reunión en la residencia de los Pinos en México DF
Obama y Calderón pasan revista a las tropas antes de su reunión en la residencia de los Pinos en México DFlarazon

CIUDAD DE MÉXICO- Comienza el periplo del presidente Barack Obama por el continente y su primera parada no podía ser otra que México. El vecino del sur fue el primer viaje oficial de la era Bush, pero el nuevo mandatario llega con una actitud muy diferente. No lo tendrá fácil. Restablecer las maltrechas relaciones cosechadas por la anterior Administración, con un sentimiento «antigringo» generalizado entre los mexicanos, que aún recuerdan las imágenes del Muro y los texanos «cazando» latinos en la frontera.En este contexto, Obama aterrizó ayer en Ciudad de México, donde fue recibido por su homólogo Felipe Calderón. La violencia ligada al narcotráfico fue el tema dominante. La estancia de Obama estuvo estrechamente vigilada por la seguridad mexicana y estadounidense. La capital amanecía blindada por 4.000 agentes. Decenas de helicópteros surcaban en cielo gris mientras las principales vías como Reforma, bordeadas por banderas de México y Estados Unidos, se encontraban paralizadas ante el caos circulatorio.En la residencia de los Pinos, le esperaba una agenda apretada, marcada por el tráfico de drogas y la violencia ligada a este fenómeno, que en México deja unos 10.000 millones de dólares netos.La demanda permanente de Calderón a Washington ha sido la de enfrentar al crimen organizado de manera conjunta porque el mercado de mayor consumo de drogas es EE UU, donde a su vez los cárteles mexicanos adquieren las armas que han dejado más de 6.400 ejecuciones desde 2008.Obama, calificaba ayer de «heroico» el esfuerzo encabezado por el mandatario mexicano para acabar con las organizaciones del tráfico de drogas. «México no sólo es nuestro vecino y uno de nuestros socios comerciales principales, sino que somos socios en una alianza para la mejora de la vida de nuestros pueblos», señaló. Según Obama, es «absolutamente esencial» que EE UU se sume «como socio pleno» a los esfuerzos para combatir esta lacra».Ese lavado de rostro sigue la estela marcada por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que en marzo visitó el país para acercar posiciones. Clinton admitió que «de EE UU proviene el 90% de las armas que usan los narcotraficantes en México».Calderón pidió asimismo a Obama que reflexione sobre la eficacia que ha tenido el embargo a Cuba, que para el mandatario mexicano ha resultado una medida «poco útil». «No parece que sea una medida buena para que las cosas cambien en Cuba», afirmó. Por su parte, el presidente de EE UU afirmó que el levantamiento de las restricciones de los viajes y remesas de familiares a Cuba representa «una muestra de buena voluntad» a la que espera que el régimen castrista responda.